jueves, 19 de julio de 2007

¿Y dónde está la audiencia? parte 4 1/2

El periódico El Centro publicó el 6 de julio pasado un artículo muy interesante sobre la televisión mexicana. El titular dice: Telenovelas en crisis. 4 millones dejan de verlas. ¿Adónde fueron los televidentes? ¿qué están haciendo las audiencias que no es ver la televisión?

Ni Televisa ni TvAzteca han conseguido cautivar al telespectador. ¿Por qué? Yo aventuro dos hipótesis:
1. Desconocen los gustos de la audiencia.
2. No saben quién es su público.

Sorprende saber (de buena fuente) que los Aztecos creen que abarcan un segmento importante del Nivel socioeconómico (NSE) A/B (el más alto) y que Televisa cree que se dirige al segmento D (el más bajo). Sin embargo los anunciantes de Televisa se dirigen al segmento C y C+ (clase media) y los de Azteca a las clases populares. Véase Elektra, Banco Azteca y todos los otros negocios del grupo Salinas.

A ver, vámonos poniendo de acuerdo. Televisa, pos su tipo de producciones y patrocinadores, se dirige a la clase media; TvAzteca por su parte se dirige a la clase baja. Al encender el televisor, eso nos grita la pantalla. Entonces, ¿de dónde sacan las otras conclusiones? Supuestamente de sus mediciones de rating.

El rating es casi un mito. Si alguien tiene un aparato medidor de IBOPE, que levante la mano ahora mismo. A lo mejor todos los que tienen un aparato medidor se han puesto de acuerdo para sesgar la medición...

El rating nos dice cuántos televisores están sintonizando el mismo programa simultáneamente. El share nos dice cómo están distribuidos los televisores mientras están encendidos (en qué diferentes canales y programas). La apuesta de Azteca, nos aclara el artículo mencionado, es el share. Es decir, robar puntos de audiencia a Televisa. ¿Y cómo le hacemos para investigar dónde está el resto de la población? ¿Fue abducida? ¿Están dormidos, drogados o tragando camote? Resulta que nadie se ha tomado la molestia de preguntar.


Este año, Televisa afirma que apuesta por la vanguardia en televisión produciendo series originales. Cuatro, de las que casi no se hace una. Y cuando Televisa dice que apuesta, yo le creo y también creo que va a perder. ¿Por qué? Otra vez, porque se olvida del público. El público que mira el canal 5 a las 10 de la noche no es al que le hablan. Cuando miras un sólo capítulo de SOS (Sexo y Otros Secretos) entiendes cuan perdidos están. Personajes estereotipados, desubicados y fuera del contexto nacional, con los que en nuestros cabales, ninguno de nosotros nos identificaríamos. Además de mal dirigida y sin una línea argumental sólida.

El segmento A/B, aclarémoslo de una vez por todas, no está viendo televisión nacional. Punto.

Dicho lo anterior, podemos empezar a pensar en lo que nos queda, el segmento C y D. ¿Qué le ofrecemos de nuevo? La Niñera, versión mexicana. Programas con licencias extranjeras como Amor mío, Lola, Rebelde. La fea más bella y La Madrastra, repetición 5498. Lo que callamos las mujeres casos de la vida real. Nada nuevo como podemos observar.

Más allá de la discusión sobre los contenidos culturales o educativos de la televisión, creo que la televisión de entretenimiento puede ser meritoria y digna. Y todo lo que se nos ocurre es refritear, cambiar abruptamente la programación y hacer modificaciones de última hora al libreto para pelear por el rating. No veo Muchachitas (la nueva versión), pero, ¿alguien ha visto los promos de los últimos días? Prometen cambios espectaculares en la novela y lo que hacen es preparar números de baile, meter dos nalgonas más y un luchador. Esa es la típica solución Televisa. O bien, sacar del aire un programa que puede ser bueno, pero que debido a que necesita tiempo para que el espectador se enganche, no consigue puntos de rating inmediatos.

Seguimos creyendo en milagros y en marketing voraz: vender, vender, vender. Pero por una vez en la vida, es necesario hacer una pausa y preguntarse: ¿a quién? Ya emigraron 4 millones de personas a otra televisión o a otro medio (quizá internet). Creo que este número aumentará ante la creciente oferta de canales de tele pagada y de medios alternativos como internet. ¿Podrán recuperar un porcentaje siquiera de ese público? Yo digo que quizá, si salen de su edificio cristalino a buscar a las audiencias a la calle. Si salen a preguntarles qué nuevos hábitos tienen, qué les gusta, qué esperan en el futuro, qué contenidos necesitan para sus nuevos estilos de vida. Cuando las televisoras afirman que están investigando al público lo que hacen es preguntarle su opinión sobre lo que ya está en el aire, que no es más que un capricho de los productores. Al final del día, los resultados dirán si se prefiere al personaje protagonista o antagonista, si es mejor el vestuario verde o azul, si ese horario te acomoda para ver esa novela, pero no nos revela más sobre el espectador.

Me pregunto qué va a pasar en el escenario de la convergencia tecnológica. ¿Quién va a sintonizar la telenovela ante la oferta cuasi infinita de opciones? ¿Cómo van a convencer a las audiencias de volver sus ojos sobre ellos, cuando sus contenidos están rezagados por décadas con el resto de la televisión? Y nada más, como ejemplo y porque nos ha invadido su producción, menciono la producción estadounidense. ¿Por qué ver El Pantera y no ver 24? ¿Por qué ver La Niñera si ya la vi hace diez años? ¿Por qué ver muchachitas reloaded cuando la primera versión ya era suficientemente deleznable y puedo ver adolescentes internacionales? ¿Por qué la mejor opción para un domingo en Televisa es retransmitir películas de Cantinflas?


Si usted tiene algún dato sobre la audiencia, repórtelo a esta preguntona. Se reporta perdida. Se le vio por última vez hace unos años mirando la televisión. No se sabe nada desde entonces.

7 comentarios:

Jorge Hill dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jorge Hill dijo...

completamente de acuerdo contigo. He visto y vivido cosas parecidas a lo que te voy a platicar en carne propia, y creo que este es el gran problema de la televisión y el cine. Como bien dices, y a pesar de que yo me quejo mucho de eso, creo también que la televisión de entretinimiento puede ser digna. Pero ya no hablemos de tv azteca, que está perdida beyond hope, hablemos de televisa que se autosantifica con sus nuevas series. Sus nuevas series son un asco, no tienen pies ni cabeza, están entre la búsqueda de la modernidad y el lastre de la mediocridad y el mal gusto de la hydra, esa quimera de mil cabezas que es televisa. Mucha gente llegó con muchos proyectos, incluso yo llegué a ir a un casting de escritores y creativos para estas mentadas series que nunca vió ningún fruto, pero todos esos proyectos, muchos de ellos muy prometedores, acabaron siendo aplastados por productores mediocres, con mal gusto, temerosos de su "rating" de sus "formulas" y de una supuesta modernidad que en realidad nunca pudieron manejar, que se les escapó de las manos. Se puede resumir todo a una serio caso de falta de pelotas, de no poder confiar en la gente que trae las ideas frescas por perder el poder, el crédito y por el simple hecho de saberse obsoletos, mediocres o pusilánimes, la maldición del señor productor. Grandes argumentos, pilotos y premisas acabaron siendo achatadas y mediocrizadas por un horrible temor a lo (supuestamente) "nuevo". Televisa pide modernización, pero no están moralmente, críticamente o ideologicamente preparados para ello, o simplemente, en muchos casos, no pueden ver más allá de sus narices, y creen que metiéndole buena foto, en formato de cine y edición "moderna" pueden convertir un pésimo guión, con pésimas actuaciones y pésimas direcciones, en una "serie de nivel mundial", y yo... me río, una vez más. todos estos problemas en los medios, el cine y en el pensamiento general no se van a ir hasta que las personas que sostienen el filtro por el que pasa todo se den cuenta de su error, mueran o sean reemplazados por otros, como suele suceder, en gran parte, es un problema de poder y de mantenimiento de una corriente a como de lugar, así ya no funcione, la gente no quiere sentirse obsoleta, y si tienen poder, harán lo posible por mantener su obsolencia hasta la muerte.

Falta de visión y autocrítica, entre otros muchos recovecos yproblemas, se le llama en mi pueblito.

Milo dijo...

En una parte de mi oscuro pasado vi de cerca que en TvAzteca por lo menos se organizan bajo pequeñas mafias. Sobre todo en la producción. Sólo dos o tres monitos tienen todas las producciones y no dejan entrar a gente nueva, en efecto, por la defensa de sus cotos de poder. Grandes ideas novedosas como comentas acaban hechas mierda porque los productores se mueren de miedo o repitiendo algún éxito pasado, sin darle oportunidad a nuevos guionistas.


Y es como dices: Televisa cree que con formato de cine puede solventar los problemas de un pésimo guión y de historias fuera de contexto. El problema es que sí le están invirtiendo una buena lana a productos malos. Luego van a estar chillando los vicepresidentes diciendo que el público mexicano no está preparado para los nuevos formatos y que la gente no aceptó la novedad de las series. ¡Y no es eso! Es que ya de menos, si vas a invertir hazlo con una buena historia, con buenos directores, etc.

El conflicto más grande que tienen las televisoras no es que produzcan malos programas, porque al parecer eso realmente nunca les ha importado. El tema es que el negocio está dejando de serlo porque la audiencia, es decir el target de los patrocinadores, ha emigrado a otra parte. De eso, al menos, sí tendrían que estarse preocupando.

Y yo me preocupo de algo peor: ¿Quién sabe cómo hacer televisión? Por que al parecer los viejos dinosaurios ya no saben, los juniorcitos emprendedores tampoco, pero los expertos en medios que somos los comunicólogos creo que tampoco. Así que, cito a Chespirito, por no perder la referencia televisiva: ¿Y ahora quién podrá salvarnos?

Midori dijo...

muchas muchas gracias por tus lindos deseos!!!! A mí también me dará mucho gusto conocerte!!!! Nos vemos pronto pronto!

Anónimo dijo...

Soy de la generación de la televisión, cuando ésta transmitía las veinticuatro horas, no había control remoto y ya no podíamos salir a jugar a la calle, así que crecí viendo tele, y aún ahora la adoro. Como público y como guionista.
Pero haber crecido con la televisión como una de tus fuentes de información y entretenimiento te hace experto, al menos, un poco exigente, y al nacer las opciones de la televisión por cable, pues fui en busca de diversidad y otras versiones sobre el mismo medio.
Desde hace quince años, empecé a notar que la pérdida de audiencia era un asunto que no importaba a nuestros colosos televisivos. Y sí, les llegó el "Shock del futuro", ya demasiado tarde. Ahora compiten contra la televisión global, contra internet, contra los chats, los blogs, los celulares, los videojuegos...
"Y nadie, hace nada".
Ojalá que esta crisis permita el flujo de ideas nuevas, arriesgadas, propositivas. De investigaciones serias sobre las audiencias y sus necesidades de comunicación.
Ojalá que sacuda a quienes tienen las decisiones en sus manos e intenten renovarse, a ver qué maravillas puede producir la televisión de nuestro país que algún día fue la más importante de América Latina.
Lo único que espero es que esta crisis económica (al parecer la única que importa) no haga tomar decisiones desesperadas y más estúpidas, no restrinja criterios ni paralice la producción. Eso sería el catalizador para matar al enfermo.
Gracias por el análisis de este tema y las pistas de reflexión para quienes nos dedicamos a los contenidos de comunicación.
Norma

Midori dijo...

hellooo, gracias por el viernes, me la pasè increìble, fue un gusto conocerlos! besos a los gatos guapos!!!

elmesmisimomatemago dijo...

yo por eso ni tele tengo. si quiero ver un programa bajo el torrent. si quiero una serie, bajo el torrent. si quiero ver noticias, tengo internet. =)