lunes, 31 de agosto de 2009

Y si bailar no fue suficiente...

Y para que ora sí me digan que soy súper naca, miren la foto que confeccionó el Matemago para mí. Ésta sí se lleva las palmas, los chiflidos y las porras. Soy yo disfrazada de Michael. Sí se nota el fotomontaje, pues, pero no le hace. No se lo pierdan.

domingo, 30 de agosto de 2009

Pero por supuesto, que sí bailé Thriller

Rompimos récord guiness ayer. Era de esperarse, con lo mitoteros que somos en México. No había ido a los ensayos previos pero había muchos que sí y que pudieron dirigirnos. Claro que había mucho disfrazado, tanto de Michael como de zombis. Algunos muy elaborados, con vestuario y maquillaje. Según lo que he visto el homenaje en Barcelona fue más pro, con más disfrazados, y mucho más coordinados al bailar, pero aquí fuimos muchos y ya con eso ganamos.

Debo confesar que vuelvo a hacer un poco de coraje porque los mexicanos carecemos de civilidad. De los 50 mil que llegaron, sólo bailamos 12 mil. Esto te revela que los otros miles nomás fueron de mirones. Eso no me molesta en lo más mínimo, pero sí es encabronante que la gente que quiere mirar no entienda dónde es su lugar. AAAAAAh, no, a webo querían estar en primera fila o meterse entre la gente que baila. Así que las vallas de mirones cortaron los contingentes de bailarines y por más que les gritamos para que se quitaran, nos veían con sus carotas de idiotas. Y como en todos los eventos, ya lo he dicho antes, asiste la gente que no quiere presenciar sino documentar; que no quiere ver con sus ojos sino con sus pantallas. ¡Ay, gente! Tenemos medios especializados que hacen cobertura, ya en serio, no tienen que documentarlo TODO.

En fin, la verdad es que sí estuvo retedivertido. Gracias a Anónima por acompañarme.

Ah, ya vi que Brenda publicó fotos. Yo no capturé nada, lo siento, queridos lectores. Encontrarán también fotos y videos del evento en El Universal. Échenle ojo.

viernes, 28 de agosto de 2009

Nunca me han dicho naca en serio

Y seguro en varias ocasiones he dado motivo para ello. Por lo menos más de una vez con mi vestimenta, otras tantas con mis pláticas y otras muchas por mi vocabulario florido de peladeces y guarradas. Pero no, nunca nadie me ha dicho naca en serio. Con tanta suerte que en un país en que la primera referencia para decirle "naco" a alguien es su color de piel. Y yo, como nací blanquísima lechosa pues ya no tengo derecho al adjetivo.

Claro, que no falta el que se retracta y dice que ser naco es más bien una actitud, que entra en rangos tan ambiguos como tirar basura, ser imprudente social, o no tener escolaridad formal. Chin, vuelvo a fallar porque me gusta estudiar. Pero insisto, eso no me ha hecho ni más docta ni menos imprudente. Entonces, ya en serio, ¿qué tengo que hacer?

He hecho la nacada de vestirme horrible y pararme frente al cadenero de un antro. He hecho la nacada de decir la peor vulgaridad en medio de una plática de señoras. He combinado muy mal mis prendas de vestir. He sopeado cafés en restaurantes finos. He metido las tortillas al caldito de un platillo sabroso en alguna cena formal. He hablado con la boca llena. Me he sentado en el piso de algún pasillo de corporativo mamón. He platicado en una función de cine. He comprado piratería. He fumado en zonas prohibidas. He leído Tvnotas, Órale y hasta Vértigo. Vi todas las ediciones de Bailando por.. (tus sueños, la boda de tus sueños y lo que se acumule en la semana) y también Cantando por un sueño. Veo telenovelas. Trabajé en TV Azteca. ¿Nada sirve, nada cuenta?

Ya en serio, ¿qué debo hacer para que me digan naca en serio?

¿Propuestas? ¿Criterios? ¿Guías?

domingo, 16 de agosto de 2009

Si me quieres, pruébamelo


A las pruebas me remito. No sé si es cariño o qué, pero sin duda respondimos a la altura de las circunstancias los miles de asistentes al concierto de La Trevi.

La Trevi es ahora más sofisticada en su show. Se cambió de vestuario casi por cada canción y preparó a sus bailarines con coreografías hasta de Thriller de Michael. La mujer está increíble, "con un cuerpaaaazo" (besotote a Mauricio Montesinos, donde quiera que esté, por esta frase). Sólo hasta el final se quitó los tacones altos para soltar algunas patadas voladoras como lo hacía hace más de 10 años. Ya no usa zapatos viejos, eso es clarísimo, y ya no chilla tanto como antes, también por obvias razones.

Cierto que se ha convertido en un ícono gay y del dolor femenino. Algo así como la Lupita D'alessio posmoderna. Por supuesto, que la concurrencia estaba justamente en este rango: mujeres y hombres gay. El Auditorio estaba a reventar y escuchar a tantos miles de personas corear canciones, es verdaderamente impresionante. No unas cuantas voces, todos los asistentes. Es estremecedor y alucinante.

Y yo me dije, yo soy como La Trevi: intensa, entregada y gritona pa' cantar. Por cierto que la mensa le adjudica su estilo a Amanda Miguel que anoche estaba en primera fila. Luego, me sorprendió que ahora le dé por hablar como en Nosotros los pobres. Antes hablaba al estilo norteñazo. Ya había yo dicho que cuando fui a Monterrey descubrí que así hablan todas las chicas, pero ahora La Trevi habla como barrio chilango. Claro que sigue siendo simpática y descarada, y claro que es lo que menos me importa cuando escucho sus rolas.

Tsss, a mí sí me prende La Trevi. Lo confieso. Canté, lloré, brinqué, jotié, me emocioné. ¿Me lo reclamará la patria?


P.d. La Trevi es inocente.

miércoles, 12 de agosto de 2009

"Ternurita"

Hablábamos hace un momento Ardilla y yo de nuestra propensión a sentir "ternurita" por todo. ¿Qué será lo qué me pasa? De pronto, todo me da ternura y se me hace rete bonito como conejo pachón.

A lo mejor es la edad, en que las hormonas hacen un simulacro de amor maternal.

Y es que no sabes, qué bonitos están mis compañeritos de la maestría. Uuuuuy, son preciosos. Son entusiastas, participativos, y sonrientes. Son muy diversos y bienolientes.

Y no sabes, las personas que llegan al consultorio, ¡SON HERMOSAS! Todas, así con su humanidad y sus palabras, y sus gestos, y sus preocupaciones.

Y los alumnos, noooo, bueno, qué bárbaro. Con sus pelitos juveniles, y sus ganas de hablar de cosas importantes, y sus niñerías, y sus anotaciones en cuaderno y sus ganas de ser profesionistas.

No estoy siendo irónica, estoy hablando totalmente en serio.


Aaaaay, qué bonitos están todos ustedes. Los quiero taaaanto... (ojitos de corazón, brinquitos y jeidis).

(¿Estaré dopada, enloqueciendo, al borde de una crisis epiléptica, a punto de morir o sólo soy una ridícula entusiasta de la primera semana de clases?)

miércoles, 5 de agosto de 2009

Efecto Doppler

Una de mis grandes favoritas de Soda Stereo:

Oye la frecuencia decaer
cada vez que me dejas
te perseguiría hasta el sol
pero hoy es sólo inercia

Y un milenio pasa...

Oye el arco suena a lágrimas
cada vez que lo tensas
y oye las sirenas en el mar
si es que aún no lo entiendes

Es el efecto doppler
cuando te alejas de mí

Es el efecto doppler
cuando te alejas de mí
vuelve... vuelve...

Sostenido por una ilusión
cae la frecuencia de tu amor

Duda literaria

¿Cómo se escribe un buen epílogo? ¿Existen los buenos epílogos? ¿Un epílogo no es más bien una necedad del autor? ¿No es que el epílogo sobra siempre al terminar de leer una historia?

Dice Word Reference sobre la definición, fíjese bien:
epílogo
* m. Recapitulación, resumen o conclusión de lo dicho en un discurso o en otra composición literaria:
basta con leer el epílogo de este libro para saber de qué trata.

*Última parte de algunas obras, desligada en cierto modo de las anteriores, y en la cual se representa una acción o se refieren sucesos que son consecuencia de la acción principal o están relacionados con ella:
en el epílogo de la novela el autor informa de qué pasó tras la boda de los protagonistas.

*Consecuencia o prolongación de algo que ya se supone terminado:
estuvo una hora hablando y como epílogo nos leyó un poema.

Así como tengo pleito profundo con el narrador en off en las películas, creo que también tengo un problema con el epílogo. Me da la impresión que ambas fórmulas no aportan nada y por el contrario hacen ruido.

En el primer caso, si lo que se quiere es hacer un resumen, ¿no es mejor llamarlo así? ¿Decir simplemente "la conclusión es"? ¿Y verdaderamente nos hace falta un resumen? ¿Aplica para las novelas o sólo para documentos ejecutivos? ¿El epílogo nos libra de leer el libro? ¿Por qué querría un resumen ejecutivo de una novela, cuando su riqueza está en el juego del lenguaje?

En el segundo caso, si contaremos una consecuencia, ¿no será que estamos alargando innecesariamente como hacen los guionistas chaketones de las telenovelas? ¿No será que mejor el lector debería imaginarse el resto?

En el tercer caso, con más razón aún, si ya se ha terminado, ¿por qué insistimos en seguir escribiendo la historia? ¿Si ya se ha terminado, porque alargar? ¿Qué sentido tiene continuar lo terminado?

¿Para qué entonces sirve un epílogo?