viernes, 25 de noviembre de 2005

El Pipiripao os hará libres

Una noche que piensas que puede ser anodina e intrascendente, se enciende una chispa. Con ella, se arma un lazo de fuego entre dos personas que apenas se conocen.

Así, simplemente, surge una Amistad Revelación. Su nominación en la terna depende de su aparición sorpresiva y grata. Así como se premia en los Óscares el talento que se descubre por primera vez. Se presenta un ser nuevo, descubres que tiene los ojos llameantes como los tuyos y de inmediato, le dices "Bienvenido, te esperaba con ansia".

Los últimos años me han brindado amistades y romances Revelación al por mayor. Quizá porque los estaba esperando, quizá porque así estaba destinado a ser, o quizá sólo por un mero acto de locura momentánea (o permanente).

En este año, Fabiola fue mi primer descubrimiento. ¡Wow! Había alguien decente, divertido y diverso dentro de aquella empresa tan aburrida. Y justo como he venido describiendo, sin esfuerzo, ya estaba en mi lista de contactos.

En el último mes, se me aparecieron otros tres seres luminosos. Primero, Virginie y su hermano Guillaume, que le dieron tanta vida a mi vida en tan pocos días. El Patio de Mi Casa es particular, pero sobre todo especial, gracias a ellos.

Luego, la Amistad Revelación 2004, Brenda, puenteó al Sumo Pontifice Amoroso Universal y Sanador de las Energías Infinitas hacia mi existencia. El tercer aparecido, Aarón, llegó con el amor de Rigo y todos los días decimos Pipiripao para festejar su arribo. Tenemos pendiente un viaje a Matamoros. De una vez, váyanse apuntando, que vamos a rastrear las huellas del ídolo Rigo Tovar para formar nuestra Riglesia.

¡Bienvenido, Aarón! ¡Albricias!

Y como dijo mi terapeuta (a quien ya estoy cooptando), en un maravilloso silogismo:
El amor es ciego
Rigo era ciego
Por lo tanto, Rigo es amor.

martes, 22 de noviembre de 2005

Bingo

Cuando un hombre te hace una advertencia, debes escucharlo. Si por fortuna o por obra de los dioses, el chico se sincera y confiesa que puede hacerte daño o no quiere comprometerse, es tiempo de correr. No hay más que pensarle, ni más que esperar. Una vez expresada esa lapidaria declaración, no hay vuelta de hoja. Lo contrario es pura y mera necedad.

"Quizá algún día, puede ser que con el tiempo, se dará cuenta con la convivencia, uno nunca sabe, hay que dejarlo ser y ver qué pasa."... Todas estas son justificaciones estúpidas para no asumir la realidad de que NO sucederá. Tenemos la absurda esperanza de que las cosas cambiarán, de que un día le caerá el veinte y nos valorará, que con amor vamos a poder convencerlo. NONSENSE.

Nuevamente todo se centra en las expectativas. Lo que espero del Otro, más no, la realidad del Otro.

Sí, claro, quisiera ser más budista y no confundir el amor romántico con el verdadero amor incondicional, pero aún no estoy en ese nivel. Mientras no lo esté, creo que lo mejor es reconocer mis necesidades y limitantes actuales y asumirlas. Obligarme a mí misma a enfrentar una situación de desprendimiento sin el suficiente entrenamiento, me llevará ineluctablemente al sufrimiento, la frustración y la decepción.

Quisiera poder decir que sí a un amor más libre, pero hoy necesito compromiso y presencia. Hoy sé que lo que soy y lo que doy no es poco, y que hay seguramente miles de chicos que les encantaría. Esta vez tampoco quiero dar menos. Estoy harta de guardarme entregas por considerar poco merecedor al destinatario. Es el tiempo de encontrar a alguien que valore todo lo que ofrezco, sin querer cambiarlo ni regatearlo.

El tema con Guillaume habla de un desfase de tiempos. Aún siente que necesita tiempo solo después de su divorcio. Me parece genial, muy inteligente de su parte, pero yo no voy a sentarme a esperar que quiera nuevamente establecer una relación y, ¡ánimas! sea yo la elegida. Por supuesto que soy romántica de a baro y cada vez que esto pasa me pregunto si no habría que luchar y sangrar por este amor. Aguardar en el castillo tejiendo esperanzas hasta que llegue el caballero en corcel y se concrete por fin el amor épico. Pero hoy hay que ser un poco más prácticos. Somos millones de habitantes en la tierra como para aferrarse a uno solo. Ante tal diversidad, es seguro que habrá millones de seres que encajen con mis necesidades y yo con las suyas. Claro que da desesperación, porque por cada mil boletas de bingo que se compran, muy pocas salen premiadas con una linea y solo una tiene el premio mayor. Y como peor es nada, queremos cantar victoria y correr con un premio menor. Una cantidad ínfima que sabemos que no es suficiente y que gastaremos rápidamente. El secreto es una combinación de paciencia, inversión y azar. Pero lo importante es estar siempre atento: si dicen tus números, con toda la suerte de tu lado, puedes dejar pasar el triunfo por descuido.

Al parecer, estamos casi todos jugando este bingo del amor. Algunos tienen la fortuna de ganar a la primera. Otros venimos desarrollando teorías de probabilidades y trucos para poder ganar próximamente.

Yo sigo en la mesa de juego esperando para apostarlo todo a un solo número, que ya llegará...

viernes, 18 de noviembre de 2005

Cómo terminar un cuento

Dentro de la literatura hay cuentos que podrían tener continuación, y sin embargo, terminan. Alargarlos en muchas ocasiones es una necedad. El cuento termina, porque es imposible hacerlo una novela.

Todos sabíamos que esto podía pasar. Darle continuidad a una relación a distancia, es de por sí, difícil. Lo es aún más cuando no hay suficiente voluntad de ambas partes. Guillaume ha dicho que quiere una relación light y eso lo ha convertido en un rechazado de mi casting para marido. Ya me conozco, yo no puedo llevarla leve. Yo tiro todas las campanas al vuelo. Así que es mejor retirarse. Fue lindo mientras duró y me dejó suficientes beneficios.

Sólo pude contestar al estilo Sex & The City: I'm sorry. I can't. Don't hate me. En muchas ocasiones anteriores, me han oído decir que sólo se trata de vivir el momento y dejar fluir, pero como decía Violetta R. Schmidt (Diablo Guardián), cuando una no sabe lo que vale, acaba dándose por menos. Yo ya no estoy dispuesta a poner toda mi inversión en un negocio no redituable. Estoy lista para la apuesta total. Lástima que él no.

Ya he entregado el corazón por un precio muy bajo. Así me ha ido. Hoy tengo la fortaleza para decir NO. Si no quieres todo el paquete, entonces no me hagas perder mi tiempo. A lo mejor es sólo un desfase de tiempos. A lo mejor es una disonancia de sentimientos. ¿Qué más da? Si no queremos lo mismo, no hay caso.

Prórroga de la convocatoria al casting para marido. Manden su cv con foto.

martes, 15 de noviembre de 2005

Un, dos, tres, ¡calabaza!

No por el Halloween, sino porque así me dice Guillaume: Pumpkin. Soy su calabacita. Jajajajaja, ¿no es tierno?

Al parecer la historia que tenía un romántico "The End" se convierte en un prometedor "To be continued..." Me encanta la idea. Su irrupción en mi vida me parece del todo esperanzadora. He tenido la fortuna de encontrar a personas muy valiosas en mi vida, en términos amistosos. Pero debo reconocer que en el asunto amoroso, más bien he perseguido a los torturadores. Por eso, encontrar a un hombre sincero y cariñoso se vuelve en verdad como encontrar la aguja del pajar.

Quizá como dice Pericles sólo me enamoro de "amores imposibles" (lo que sea que eso signifique). En este momento, me da exactamente igual la categoría en la que se coloca este nuevo romance. Sólo sé que se siente sabroso y que reconocí en esos ojos a una persona que vale la pena y la distancia.

Ayer, inesperadamente, me llamó por teléfono. Por supuesto, que hizo mi día. Las escasas expectativas que había puesto se han visto recompensadas con sorpresas. Empezamos a planear en breve algún encuentro, algún viaje juntos. Ánimas.

Los mantendré informados.

sábado, 12 de noviembre de 2005

Un francés, dos muertes y un renacimiento

Volviendo a la trilogía mística, retomo los temas. Un francés irrumpió en mi vida el viernes y logró revolverme los sentimientos y arrancarme un intenso enamoramiento. Y mientras yo me resguardaba en sus fuertes brazos y me sentía segura y protegida de la maldad mundana, una de mis mejores amigas perdió a su abuela y mi antiguo jefe perdió a su esposa.

Vamos renaciendo y muriendo a cada momento. Yo me encontré reactivando mis latidos y naciendo en un nuevo corazón más fuerte y valiente, más seguro y auténtico. Para Eduardo, hoy se cierra un capítulo de amor que marcó un matrimonio de varios años y la lucha reciente por conservar la vida, para no vivir la muerte de un romance. Para mi amiga, se va la primer mujer de tres generaciones que hoy le ceden por completo la estafeta. El peso que yace sobre sus hombros es grande, pero no es mayor a su grandeza de espíritu. Esa templanza que ha nacido con ella, gracias justamente a las muertes que han rondado su vida.

Lo único importante de recordar la muerte es justo valorar la vida. Saber que vas a morir en cualquier momento tiene que devolverte a la pregunta básica de cómo estás viviendo el momento presente. ¿A qué le otorgas tiempo, dinero, atención, sentimiento y pensamiento?

El miércoles acompañé a Guillaume (un francés, o El Francés) al aeropuerto y me sentí tan triste. De pronto, era una pérdida más. De nuevo, la vida me estaba obligando a dejar ir. Quizá todo se centra en eso, en tomar y liberar, pero cuesta mucho fluir tranquilamente con esta idea. Nuestros placeres y amores a veces, se nos escapan ineluctablemente de las manos y no queda más, que dar la vuelta y tomar el siguiente metro al resto de los días en adelante. No hay nada más huidizo que la propia idea de que podimos asir algo de manera permanente.

Me encuentro hoy en el umbral del renacimiento más importante de mi vida. He debido cambiar todo, incluso mi forma de mirar el mundo. He deconstruido todos mis paradigmas para reinventarme. Soy la misma y soy distinta. Hoy también se abre la posibilidad de abrir las puertas y las ventanas a un ser que me ha devuelto la vida.

Renacer cada día, vivir este momento como el último... sólo eso.