jueves, 29 de diciembre de 2005

Las amigas que perdí en la guerra

Cuando nos abrimos paso en las batallas de la vida, siempre hay compañeros que nos acompañan, que nos cubren, que nos alientan. Mi batallón afortunadamente se ha nutrido de soldados valiosos y valientes. Algunos se han perdido en las trincheras y otros continúan hasta hoy luchando a mi lado.

Perdí dos amigas en la última guerra y no sé por qué. Quizá porque dejé de cubrirlas, porque cambiamos de bandera o porque las perdí de vista. Quizá creen que mi manera de luchar es inútil y estúpida. Quizá lo sea, pero es la única estrategia que conozco.

Vero y Ericka representan mis mayores alegrías de los tiempos universitarios. Si tuviera que hacer un recuento de la cantidad y calidad de momentos increíbles a su lado, creo que haría un blog independiente. No sólo compartimos muchas risas sino que además son seres que me enseñaron miles de trucos para afrontar esta vida de un mejor modo.

Gracias a Vero me aficioné de manera enloquecida por el billar. Por Ericka comprendí que un tropezón puede ser muy divertido. Con Vero compartí miles de noches de café con diversidad de tópicos siempre interesantes. Bajo el techo de Ericka, cobijé mis esfuerzos escolares. Con sus sonrisas, con sus bromas, con sus inteligencias, recorrí caminos y me reconforté con sus presencias en millones de ocasiones.

Si esta vida se trata sólo de tomar y dejar ir, hoy les digo: Las libero. Si ya no tenemos causas comunes, si nuestros encuentros se han vuelto absurdos y no deseados, si acaso nuestros corazones se han desincronizado, entonces, es momento de andar por senderos distintos y simplemente acordarnos de viejas glorias.

No me di cuenta. No sé qué pasó. No tengo idea de cuál fue el momento de la ruptura. Hago un repaso mental de este último año y me topo con escasos recuerdos. Creo que no tuvimos mucha voluntad para acordar charlas. Fueron pocas y algunas incluso bastante pedregosas.

Me da la impresión de que ambas descubrieron algún vicio de carácter en mí que decidieron que no podían tolerar. De ahí en adelante, cualquiera de mis conductas o actitudes ya sólo podían corroborar su percepción. Quizá yo estuve ciega y no alcancé a ver cuánto pudo dañarlas mi batalla interna.

Lo siento si así fue. Debo aclarar que en ningún momento hubo dolo, sólo inconsciencia. Y no pude haberlo hecho de otro modo. Tampoco para mí fue fácil transcurrir a través de los acontecimientos recientes. Sé que tuve menos paciencia y menos atención para los problemas ajenos. Mi cabeza fracturada, mi corazón cuarteado y mis manos agotadas no me permitían más. En fin, que justificarme está de sobra.

Si es que hacía falta defender a Aldo de mi tiranía felina, si es que había que alejarme de Luis (de quien nunca estuve cerca), si es que dije algo de mal gusto, si es que no asistí a una fiesta donde no era bienvenida, si es que soy lo que ya no desean en sus vidas, si es que el destino ha generado coincidencias alrededor de Organika, si es que me huelen las axilas, si es que soy políticamente incorrecta o socialmente incómoda… ¿qué más da? Conmigo está hoy quien quiere estar, quien me acepta y me ama como soy, con todas mis patologías y discursos, quien apoya mis locuras y pervierte mis corduras.

Adiós por ahora. Me dio gusto conocerlas y pasar un rato juntas. Gracias por sus palabras y felices fiestas.

miércoles, 7 de diciembre de 2005

Mereces lo que sueñas

Eso dice Cerati en su canción Beautiful. "Es tan beautiful como lo pensé". Y después de caminar en el desierto, creyendo que un simple espejismo podía saciar mi sed, encontré un oasis. Y después de vivir en el naufragio, hoy llegué a tierra firme y amo las frutas sabor a chicle que crecen en aquellas ramas.

Llegué al hogar...

La mayor coincidencia entre nosotros, no es el humor, ni la sincronización de actividades, ni el amor de Rigo, ni los amigos en común, ni un funeral. La mayor coincidencia es la de las voluntades.

Me parece mágico y me parece lógico. Es resultado de esfuerzos que ambos hemos realizado aisladamente. Es consecuencia de tropezones, de ensayos y errores, de lágrimas y luchas. Pero también es fantasía pura, cuento de hadas, flujo de energía cósmica, conspiración del universo.

Si fue necesario todo lo anterior, hoy me digo que valió la pena. Si esta es la recompensa, que bueno que conservé la esperanza.

Quise reclamarle por tardar tanto en llegar, pero agradezco que haya sido hasta ahora, porque estoy lista. Sí, claro que todo esto es un sueño, claro que estoy dopada por endorfinas, pero, what the hell? Se siente tan real. Es la primera vez que saltar del bungee es una diversión y no un suicidio. Enamorarse es un acto de locura o simplemente no es. Y es, definitivamente, el más delicioso de nuestros desenfrenos.

Encontré las palabras que soñé, la mirada que anhelé, la libertad que desée. He tenido la tentación de pensar que es demasiado bueno para ser real, pero no, es simplemente lo que merezco y quiero el día de hoy. Qué fortuna que ambos queramos lo mismo.

Y me sorprendo a mí misma, entregando el alma a un recién llegado, que me parece conocer de toda la vida. En un breve instante una persona que no estaba ni siquiera en mi rango existencial, se colocó en la frecuencia central de mi atención. Al segundo siguiente parecía que había estado ahí siempre. Mi corazón funciona así, con apuestas totales, pero mi biografía recurrentemente tenía obstáculos para la entrega. Por primera vez, me siento segura, tranquila y plenamente confiada de esos ojos (¿azules?) que tengo frente a mí. Por fin, siento la serenidad de la locura, la paz de perderme en un corazón ajeno. Hoy vivo la paradoja de sentirme en calma mientras voy perdiendo la razón.



Ya te dije bienvenido; hoy te digo, buenas noches y hasta mañana.

"Ya estás aquí y el paso que dimos
es causa y es efecto
cruza el amor yo cruzaré los dedos
y gracias por venir, gracias por venir
adorable puente
se ha creado entre los dos".
Puente, Cerati


P.D. ¡ B I N G O !

viernes, 25 de noviembre de 2005

El Pipiripao os hará libres

Una noche que piensas que puede ser anodina e intrascendente, se enciende una chispa. Con ella, se arma un lazo de fuego entre dos personas que apenas se conocen.

Así, simplemente, surge una Amistad Revelación. Su nominación en la terna depende de su aparición sorpresiva y grata. Así como se premia en los Óscares el talento que se descubre por primera vez. Se presenta un ser nuevo, descubres que tiene los ojos llameantes como los tuyos y de inmediato, le dices "Bienvenido, te esperaba con ansia".

Los últimos años me han brindado amistades y romances Revelación al por mayor. Quizá porque los estaba esperando, quizá porque así estaba destinado a ser, o quizá sólo por un mero acto de locura momentánea (o permanente).

En este año, Fabiola fue mi primer descubrimiento. ¡Wow! Había alguien decente, divertido y diverso dentro de aquella empresa tan aburrida. Y justo como he venido describiendo, sin esfuerzo, ya estaba en mi lista de contactos.

En el último mes, se me aparecieron otros tres seres luminosos. Primero, Virginie y su hermano Guillaume, que le dieron tanta vida a mi vida en tan pocos días. El Patio de Mi Casa es particular, pero sobre todo especial, gracias a ellos.

Luego, la Amistad Revelación 2004, Brenda, puenteó al Sumo Pontifice Amoroso Universal y Sanador de las Energías Infinitas hacia mi existencia. El tercer aparecido, Aarón, llegó con el amor de Rigo y todos los días decimos Pipiripao para festejar su arribo. Tenemos pendiente un viaje a Matamoros. De una vez, váyanse apuntando, que vamos a rastrear las huellas del ídolo Rigo Tovar para formar nuestra Riglesia.

¡Bienvenido, Aarón! ¡Albricias!

Y como dijo mi terapeuta (a quien ya estoy cooptando), en un maravilloso silogismo:
El amor es ciego
Rigo era ciego
Por lo tanto, Rigo es amor.

martes, 22 de noviembre de 2005

Bingo

Cuando un hombre te hace una advertencia, debes escucharlo. Si por fortuna o por obra de los dioses, el chico se sincera y confiesa que puede hacerte daño o no quiere comprometerse, es tiempo de correr. No hay más que pensarle, ni más que esperar. Una vez expresada esa lapidaria declaración, no hay vuelta de hoja. Lo contrario es pura y mera necedad.

"Quizá algún día, puede ser que con el tiempo, se dará cuenta con la convivencia, uno nunca sabe, hay que dejarlo ser y ver qué pasa."... Todas estas son justificaciones estúpidas para no asumir la realidad de que NO sucederá. Tenemos la absurda esperanza de que las cosas cambiarán, de que un día le caerá el veinte y nos valorará, que con amor vamos a poder convencerlo. NONSENSE.

Nuevamente todo se centra en las expectativas. Lo que espero del Otro, más no, la realidad del Otro.

Sí, claro, quisiera ser más budista y no confundir el amor romántico con el verdadero amor incondicional, pero aún no estoy en ese nivel. Mientras no lo esté, creo que lo mejor es reconocer mis necesidades y limitantes actuales y asumirlas. Obligarme a mí misma a enfrentar una situación de desprendimiento sin el suficiente entrenamiento, me llevará ineluctablemente al sufrimiento, la frustración y la decepción.

Quisiera poder decir que sí a un amor más libre, pero hoy necesito compromiso y presencia. Hoy sé que lo que soy y lo que doy no es poco, y que hay seguramente miles de chicos que les encantaría. Esta vez tampoco quiero dar menos. Estoy harta de guardarme entregas por considerar poco merecedor al destinatario. Es el tiempo de encontrar a alguien que valore todo lo que ofrezco, sin querer cambiarlo ni regatearlo.

El tema con Guillaume habla de un desfase de tiempos. Aún siente que necesita tiempo solo después de su divorcio. Me parece genial, muy inteligente de su parte, pero yo no voy a sentarme a esperar que quiera nuevamente establecer una relación y, ¡ánimas! sea yo la elegida. Por supuesto que soy romántica de a baro y cada vez que esto pasa me pregunto si no habría que luchar y sangrar por este amor. Aguardar en el castillo tejiendo esperanzas hasta que llegue el caballero en corcel y se concrete por fin el amor épico. Pero hoy hay que ser un poco más prácticos. Somos millones de habitantes en la tierra como para aferrarse a uno solo. Ante tal diversidad, es seguro que habrá millones de seres que encajen con mis necesidades y yo con las suyas. Claro que da desesperación, porque por cada mil boletas de bingo que se compran, muy pocas salen premiadas con una linea y solo una tiene el premio mayor. Y como peor es nada, queremos cantar victoria y correr con un premio menor. Una cantidad ínfima que sabemos que no es suficiente y que gastaremos rápidamente. El secreto es una combinación de paciencia, inversión y azar. Pero lo importante es estar siempre atento: si dicen tus números, con toda la suerte de tu lado, puedes dejar pasar el triunfo por descuido.

Al parecer, estamos casi todos jugando este bingo del amor. Algunos tienen la fortuna de ganar a la primera. Otros venimos desarrollando teorías de probabilidades y trucos para poder ganar próximamente.

Yo sigo en la mesa de juego esperando para apostarlo todo a un solo número, que ya llegará...

viernes, 18 de noviembre de 2005

Cómo terminar un cuento

Dentro de la literatura hay cuentos que podrían tener continuación, y sin embargo, terminan. Alargarlos en muchas ocasiones es una necedad. El cuento termina, porque es imposible hacerlo una novela.

Todos sabíamos que esto podía pasar. Darle continuidad a una relación a distancia, es de por sí, difícil. Lo es aún más cuando no hay suficiente voluntad de ambas partes. Guillaume ha dicho que quiere una relación light y eso lo ha convertido en un rechazado de mi casting para marido. Ya me conozco, yo no puedo llevarla leve. Yo tiro todas las campanas al vuelo. Así que es mejor retirarse. Fue lindo mientras duró y me dejó suficientes beneficios.

Sólo pude contestar al estilo Sex & The City: I'm sorry. I can't. Don't hate me. En muchas ocasiones anteriores, me han oído decir que sólo se trata de vivir el momento y dejar fluir, pero como decía Violetta R. Schmidt (Diablo Guardián), cuando una no sabe lo que vale, acaba dándose por menos. Yo ya no estoy dispuesta a poner toda mi inversión en un negocio no redituable. Estoy lista para la apuesta total. Lástima que él no.

Ya he entregado el corazón por un precio muy bajo. Así me ha ido. Hoy tengo la fortaleza para decir NO. Si no quieres todo el paquete, entonces no me hagas perder mi tiempo. A lo mejor es sólo un desfase de tiempos. A lo mejor es una disonancia de sentimientos. ¿Qué más da? Si no queremos lo mismo, no hay caso.

Prórroga de la convocatoria al casting para marido. Manden su cv con foto.

martes, 15 de noviembre de 2005

Un, dos, tres, ¡calabaza!

No por el Halloween, sino porque así me dice Guillaume: Pumpkin. Soy su calabacita. Jajajajaja, ¿no es tierno?

Al parecer la historia que tenía un romántico "The End" se convierte en un prometedor "To be continued..." Me encanta la idea. Su irrupción en mi vida me parece del todo esperanzadora. He tenido la fortuna de encontrar a personas muy valiosas en mi vida, en términos amistosos. Pero debo reconocer que en el asunto amoroso, más bien he perseguido a los torturadores. Por eso, encontrar a un hombre sincero y cariñoso se vuelve en verdad como encontrar la aguja del pajar.

Quizá como dice Pericles sólo me enamoro de "amores imposibles" (lo que sea que eso signifique). En este momento, me da exactamente igual la categoría en la que se coloca este nuevo romance. Sólo sé que se siente sabroso y que reconocí en esos ojos a una persona que vale la pena y la distancia.

Ayer, inesperadamente, me llamó por teléfono. Por supuesto, que hizo mi día. Las escasas expectativas que había puesto se han visto recompensadas con sorpresas. Empezamos a planear en breve algún encuentro, algún viaje juntos. Ánimas.

Los mantendré informados.

sábado, 12 de noviembre de 2005

Un francés, dos muertes y un renacimiento

Volviendo a la trilogía mística, retomo los temas. Un francés irrumpió en mi vida el viernes y logró revolverme los sentimientos y arrancarme un intenso enamoramiento. Y mientras yo me resguardaba en sus fuertes brazos y me sentía segura y protegida de la maldad mundana, una de mis mejores amigas perdió a su abuela y mi antiguo jefe perdió a su esposa.

Vamos renaciendo y muriendo a cada momento. Yo me encontré reactivando mis latidos y naciendo en un nuevo corazón más fuerte y valiente, más seguro y auténtico. Para Eduardo, hoy se cierra un capítulo de amor que marcó un matrimonio de varios años y la lucha reciente por conservar la vida, para no vivir la muerte de un romance. Para mi amiga, se va la primer mujer de tres generaciones que hoy le ceden por completo la estafeta. El peso que yace sobre sus hombros es grande, pero no es mayor a su grandeza de espíritu. Esa templanza que ha nacido con ella, gracias justamente a las muertes que han rondado su vida.

Lo único importante de recordar la muerte es justo valorar la vida. Saber que vas a morir en cualquier momento tiene que devolverte a la pregunta básica de cómo estás viviendo el momento presente. ¿A qué le otorgas tiempo, dinero, atención, sentimiento y pensamiento?

El miércoles acompañé a Guillaume (un francés, o El Francés) al aeropuerto y me sentí tan triste. De pronto, era una pérdida más. De nuevo, la vida me estaba obligando a dejar ir. Quizá todo se centra en eso, en tomar y liberar, pero cuesta mucho fluir tranquilamente con esta idea. Nuestros placeres y amores a veces, se nos escapan ineluctablemente de las manos y no queda más, que dar la vuelta y tomar el siguiente metro al resto de los días en adelante. No hay nada más huidizo que la propia idea de que podimos asir algo de manera permanente.

Me encuentro hoy en el umbral del renacimiento más importante de mi vida. He debido cambiar todo, incluso mi forma de mirar el mundo. He deconstruido todos mis paradigmas para reinventarme. Soy la misma y soy distinta. Hoy también se abre la posibilidad de abrir las puertas y las ventanas a un ser que me ha devuelto la vida.

Renacer cada día, vivir este momento como el último... sólo eso.

lunes, 31 de octubre de 2005

Mi último recurso de magia

Quisiera que fuera una varita mágica al estilo de Harry Potter, pero ese tipo de magia sólo existe en los cuentos y las películas. Sin embargo, algunas chispas de belleza me generan a mí la sensación del milagro cotidiano.

Saltimbanco. Cirque du Soleil. Colores, música en vivo, voces gloriosas, payasos, brincos, malabares, cuerda floja, pelotas, baile. Soy de nuevo la mirada de un niño asombrado. Esto es la magia en mi mundo.

miércoles, 12 de octubre de 2005

El Cigala, el dolor y un dios cuántico

Si se me olvidó que te olvidé, hoy justamente me acordé. Porque el dolor se enfrenta con canciones y se canta con voz de flamenco. A veces, sí, se llora con lágrimas negras, una tristeza profunda y añeja, aquella que se deslava pero nunca se borra.

Después de sentir que mi día se compone de horas-llanto, me sorprendí atascada en medio de una larga fila de autos que no avanzaba porque el día citadino se constituye de horas-lluvia. Agua incesante en mi mirada. Vengo de un lugar del alma donde no se termina la caída: el tormentoso sillón de terapia. Es como un potro de tortura a donde se asiste voluntariamente y se paga con mucho gusto.

No era precisamente el día más animado cuando despegué los párpados. Evidentemente, se convirtió en un día más gris después de pasar dos horas berreando. Luego, transitar la ciudad me martirizó. Como quiera, tenía agendado un concierto y tomé fuerzas de alguna memoria musical.

Llegué tarde, como es costumbre, pero esta vez no por mi culpa. Diego, El Cigala, ya tenía tomado el Auditorio, gobernando con su canto rasposo que por momentos me engañaba por la mixtura de ritmos cubanos. Casi quise reír, casi estuve a punto de bailar, pero ese casi nunca se pudo concretar por saber que cantar así, duele. Luego nos colocó en el mismo baúl, a México y al talentoso Bebo Valdés, para que “Dios os guarde”. A México y a mí, hay días en que parece que su dios más bien nos abandona. ¿O será que nos guarda tan bien que se olvida donde nos puso?

Mientras bebíamos un vino tinto sobre una mesa a cuadros rojos, levanté la mirada y te vi a una corta distancia. ¿Qué te importa que te ame si tú no me quieres ya? Escuché una canción lastimera mirándote a los ojos y hoy no he podido olvidar cuanto te amé aún en la despedida. Hoy no estás en este sitio, y los dos sabemos que asististe algún día en esta misma coordenada geográfica a mi lenta destrucción. Aquí mismo, sobre estos mismos platos y en estas mismas copas, nos leímos las esperanzas rancias de un futuro imposible. Esta noche, mis amigas pueden creer que te has ido y yo no alcanzo a entender porque no has querido quedarte. Esta noche, sólo somos nosotras y una niebla del riachuelo amarrada al recuerdo, “nunca más volvió, nunca más le vi”.

Para amenizar las nostalgias con café, no podíamos más que recurrir a dios. Al tema, al concepto, al absurdo, al ideal, a la expectativa. Y si hay dios, un dios cuántico que no está separado de nosotros, entonces el piano hermano del Cigala, mis lágrimas negras y tu bien paga’a conciencia habitarán el mismo espacio de música hasta la eternidad. Se me olvidó que te olvidé, a mí… a mí que nada se me olvida.

jueves, 29 de septiembre de 2005

Anti hoy

Hoy no me siento bien. Hoy siento pocos ánimos. Hoy no quiero que sea hoy.

¿Qué día es hoy? Cualquier día en la lucha desesperada por salir de la catástrofe. Ya no floto entre los escombros, pero la reconstrucción todavía no toma forma ni sentido. Me preocupo, pero al parecer, no me ocupo lo suficiente. ¿Cuánto es suficiente? ¿Cuántos asuntos paralelos podría resolver sin perder la cordura y sobre todo logrando cabalmente solucionarlos?

Hoy me niego a ir al dentista, me rehuso a tomar hormonas, no quiero visitar al nutriólogo, al psicólogo o a cualquiero otro especialista. Me niego a ir a otra entrevista de trabajo, me niego a ponerme a prueba, me niego a ser políticamente correcta.

Quizá hoy tengo miedo de mañana.

martes, 20 de septiembre de 2005

No le encuentro gusto a despertar

Me gusta estar despierta. Me fascina dormir. No me gusta despertar.

Ese último minuto en que transcurro del sueño a la vigilia me provoca serios conflictos. Siempre he afirmado que me cuesta mucho trabajo despertar temprano, pero es mentira: me cuesta despertar en cualquier momento del día. Prefiero seguir durmiendo, como decía Emmanuel.

Hoy pensando en eso, llegué a la siguiente conclusión. Si mi madre siempre se ha despertado de malas, entonces despertar siempre ha sido un tormento para la familia. Si cada mañana había un pleito, ¿quién querría despertar?

Mi familia siempre ha dicho que soy ave nocturna y parece que me la creí. En efecto, mi lucidez se incrementa proporcionalmente al ocultamiento del sol. Me gusta la noche, me gusta desvelarme. Pero ¿en qué medida no son más que hábitos sin ninguna relación con mi supuesta esencia, si es que hay tal? A final de cuentas, nuestra personalidad está conformada por un cúmulo de experiencias que la moldean. Así pues, puede ser que yo no fuera noctámbula sino que fuera habituándome a vivir de noche por algunas circunstancias. Luego a fuerza de repetición me creí el cuento.

Salir de las costumbres y abandonar los viejos hábitos parece una tarea más que épica, casi imposible. Una vida entera haciendo las mismas cosas, queriendo a las mismas personas, relacionándome del mismo modo, durmiendo y despertando en la misma posición. El cambio de paradigma implica hoy desapegarme de las costumbres añejas y dar paso a nuevas actividades.

Probablemente tengo que desacostumbrarme a sufrir. Por que claro que es una costumbre y se ha convertido en una forma de vivir, de asumir el mundo, de afrontar la existencia. ¿Cómo le aclaro a mis neuronas que era simplemente una conducta aprendida, pero prescindible?

Hoy puedo despertar a un día luminoso sin gritos ni enojos. El día ilumina mi ventana sin cortinas y puedo respirar libre. Lo que sucederá después es completamente mi elección, sin imposiciones, sin reclamos, sin órdenes. Hoy despertar puede ser lo mejor que me suceda y la certeza de que todo en adelante es posible. Despertar, abrir los ojos, mirar la luz, sentir calor, respirar profundo, vislumbrar futuros, concentrarme en la sensación de estar viva un día más.

Hoy quiero que despertar sepa a mole poblano, a cielo abierto, a sonrisa sincera. Hoy quiero que abrir los ojos me recuerde las palabras de mis amigos, las abrazos de la familia que me resta, las notas de la música que disfruto, la emoción loca de un beso, el sabor del vino tinto.

Hoy quiero despertar después de un letargo de más de veinte años. Hoy quiero salir de la noche oscura de la tristeza y el dolor para mirar como sale el sol de la alegría y la paz.

Despertar... ¡DESPERTAR!

¿Viva México?

El 15 de septiembre es el día para festejar nuestra independencia. Me detengo dos segundos en la calle de Madero a dos cuadras del zócalo y me percato de que no hay motivo para festejar. Los mexicanos y mexicanas de diversas edades encuentran el motivo perfecto para probar que nuestra idiosincracia se sustenta en chingar al otro. ¿Cómo diablos pretendemos salir adelante como nación si el deporte nacional es chingar? ¿Cómo pretendemos crecer si somos una desbandada de adolescentes sin el menor respeto por el otro?

¿Suena radical? Lo es, pero así es la mentalidad de nuestro pueblo. Entiendo que no podemos ser primer mundistas, entiendo que no somos ni mínimamente europeos, pero me desespera que seamos tan abiertamente cavernícolas.

Me explico mejor. Se me ocurrió la muy estúpida idea de meterme al zócalo de la Ciudad de México en 15 de septiembre. Poco preparada para la barbarie, me sorprendí en medio de una guerra de espuma. El conflicto no es que algunos se diviertan rociando espuma a otros, el problema no es que algunos entiendan ese juego como divertido. Es probable que lo sea, lo admito. Lo que me parece terrible es que no haya el menor respeto por aquel que no entra en el juego.

Más de una vez descubrí el fuego maligno en los ojos de los asistentes que creían sumamente chistoso rociar espuma a niños, familias, turistas o descuidados sin otro objetivo más que CHINGAR. Por no mencionar, que la hilaridad se centraba en arrojarlo a la cara y a quemarropa. Me sorprendí mucho cuando un sujeto roció a mi tía cuando salíamos del festejo por el simple hecho de que ella se detuvo para no ser bañada con la espuma de unos niños que jugaban. Casi le oí decir: "Chíngate también por mamona". MÉXICO, ¿QUÉ TE PASA? ¿DE QUÉ ESTÁS ENFERMO? ¿CON QUIEN ESTÁS TAN RESENTIDO?

México me duele, pero también en momentos como este, me avergüenza. Se me antojaba pedirle disculpas públicas sobre todo a los extranjeros por la conducta de mis paisanos.

Y sí, no me quedé con las ganas y le propiné severo bolsazo a uno de los "chistosos" que me llenaron de espuma el tímpano y la córnea. Sé que la que estaba fuera de contexto era yo y más bien, me prometí no meterme en esas honduras de nuevo. Eso no implica que deje de molestarme la visión de mi gente.

Hoy recordamos 20 años desde el devastador terremoto de 1985. Me confunde pensar en este pueblo capaz de la solidaridad más noble y al mismo tiempo, tan poco respetuoso de la comunidad. Esos mismos que armaron brigadas de rescate, que ofrecieron sus casas como albergues, que acopiaron miles de víveres para damnificados, son los que hoy despotrican del gobierno pero asisten a un evento con un resentimiento profundo. Y entonces, qué importa el chiquero que dejan en la calle, "que lo recoja el gobierno", "que para eso le pagamos". NO, no le pagamos para que reconstruya nuestra devastación, y NO podemos exigirle más a un gobierno con el que NO participamos.

Y todo se convierte en un círculo vicioso en el que el mexicano siempre lleva la posición ventajosa. En eso se centra la conducta, en cómo sacar más provecho de cosa, persona o animal sin hacer ningún esfuerzo. Compramos piratería, damos mordida, aceptamos la corrupción, permitimos las transas. Porque el gobierno debería esto o aquello; porque siempre la culpa la tiene alguien más, Estados Unidos, el colonialismo español o Salinas de Gortari, según nos convenga.

No puedo, lo sé, cambiar al mundo. Ni siquiera puedo a veces, cambiar mis propias conductas. Aún así, me desespera mucho la mentalidad de nuestros mexicanitos y mexicanitas. Intento por mi parte, no colaborar con todo lo que desapruebo y tratar de pasar este mensaje a quienes me rodean. Y como decía Jesús, sin otorgarme rol redentor, "el que tenga oídos que escuche",

Ya puedo oir a mis compatriotas alegando con la boca chueca: "El que no transa no avanza", "Aplica la Ley de Herodes: te chingas o te jodes", "La corrupción no se va a acabar", "Si no le entras a la corrupción, no se mueve nada", etc. Todos los pretextos ñoños que ponen para no cambiar porque les conviene el status quo.

Hoy me voy a dormir y voy a soñar con un México de amigos, colaboradores y equipos. Soñaré con gente que se apoya para subir y que nunca más jalará al hoyo a quien destaque por sus méritos. Dormiré creyendo que algún día miraré a los ojos a otros mexicanos y no pensaremos ya que la única manera de salir adelante es aprovecharse del prójimo.

Llámenme idealista. No dejaré de soñar y de intentar.

México, creo en ti (a pesar de todo)

martes, 13 de septiembre de 2005

Sacar la basura

El camión de la basura, se rumora, circula diario por el rumbo. Nosotros lo cachamos apenas una vez a la semana. A veces pasa temprano y otras puede pasar cerca del medio día. Es un horror que se acumule la basura. Apesta, las moscas nos persiguen.

Tirar la basura es un alivio. Deshechos que nadie quiere, restos de cosas servibles que ahora son inútiles. Sacar la basura jamás duele. No te sientas a llorar porque eso ya no sirve.

El dolor, la tristeza y el enojo son basura que se me acumula y hiede. Necesito tirar mi basura emocional y no encuentro el camión recolector que quiera llevarse de una buena vez todo lo que ya no quiero.

Liberar no debería ser difícil. Debería ser equivalente justamente a cerrar una gran bolsa de basura y dejar que se vaya para siempre.

lunes, 29 de agosto de 2005

Breve resumen sobre amplios acontecimientos

Mudose, liberose, contentose. Así es, encontré un buen departamento, conseguí un excelente room mate (Aldo), me mudé y estoy sumamente contenta. Por fin se concreta un proyecto importante y se realiza de un buen modo y en buenas condiciones.

No, aún no tengo un trabajo nuevo. Empecé clases en la Uic y eso por el momento me tiene también muy feliz. Ando tirando anzuelos en varios lados, a ver si surge algo más.

Nuevos ojos, nueva piel, nuevas las manos... Nuevo hogar, mirada modificada, giro en el ánimo.

jueves, 25 de agosto de 2005

domingo, 31 de julio de 2005

Diagnostico clínico (cuento)

Hoy desayuné omelette. Estaba frío cuando lo comí. Pasaron veinte minutos en aquella llamada que tanto me desconcertó.
- Soy alérgico a ti
Me dijo que le daba escozor, que sus estornudos no eran por mi gato, que es mi piel la que lo irrita.
- El doctor me dijo que es un padecimiento muy raro, pero lo cierto es que tu nivel de Ph me hace daño.
¿A qué diablos se referirá con mi nivel de Ph?
- Es una medición del nivel de acidez, todavía se atrevió a aclarar.
- Yo soy alérgica a tu degenerativa y crónica pendejez. ¿No se te ocurrió un mejor pretexto para romper conmigo?
- No te pongas así. No es tu culpa. Soy yo.
- ¡Claro que eres tú, pedazo de eunuco!

Colgué y mi desayuno estaba helado. La mañana que conocí a Enrique tenía un catarro singular. En lugar de destilar mocos, babeaba y lloraba. Por supuesto que pensé que el pobre tipo tenía un mal de amores terrible y estaba haciendo una profunda catarsis. Bueno, a decir verdad, primero pensé que era un pobre loco extraviado de la casa de la risa. Le acerqué un pañuelo simplemente porque le sonrío al perro labrador de mi vecina. Siempre me ha parecido que la gente que es amable con los animales, es en general, gente buena.

Mientras se secaba los labios y los ojos, también a mí me sonrió. ¿Necesitas ayuda? ¿Quieres platicar? necesito un doctor, ¿No será un psiquiatra?, no, un doctor, ¿Por qué lloras tanto?, no lloro, tengo gripa, ¿Eso es una gripa?, sí, es un padecimiento muy raro, pero lo cierto es que así funcionan mis mucosas, ¿Quién te dijo eso?, mi doctor, por supuesto, ¿Es contagioso?, no, ¿Es curable?, no, ¿Quieres que llamemos a tu doctor desde mi casa?

Ahí no empezó todo. Después de esa pregunta, se rascó el brazo izquierdo y estornudó-escupió. Me pareció sumamente desagradable, pero extremadamente tierno. Era como un niño asmático, desvalido, buscando a una madre castrante e impositiva pero amada a final de cuentas. Sentadito ahí llora que llora en las escaleras de mi edificio.

Me daba tanta pena dejarlo ahí. Abandonarlo era equivalente a desahuciarlo. Se rascó la pierna, se levantó y emprendió un camino incierto. Incierto para mí, claro. No puedes irte asi, ¿Cómo?, que no puedo dejarte ir así, ¿Cómo así?, pues así, así como estás, ¿Por qué te preocupa?, no me preocupa, no seas tonto, déjame ayudarte, ¿Por qué crees que necesito ayuda?, se ve que la necesitas, ¿Tú crees?

Ahí terminó todo ese primer día. Frunció el ceño, o lo que quedaba de él, sonrió y se largó a paso veloz.

Dos días después lo encontré otra vez, sentadito en los escalones, con un mejor semblante y con una bolsa de chocolates. Quiero agradecerte por tu preocupación, no tienes que agradecer no me dejaste ayudarte, ya sé pero igual fuiste muy cordial, gracias pero no me gusta el chocolate, lo siento, yo también.

Ahí se terminaron los temas en común. El resto de la relación fue un largo epílogo para justificar una pésima novela romántica. Su comezón era continua, y culpaba a mi mascota. Cuando dormía en mi casa, era él quien parecía vomitar bolas de pelo. Me molestaba tanto su debilidad. Todo su vida había estado enfermo; siempre tenía una extraña molestia que escapaba a los diagnósticos médicos, y que para él tenía siempre sentido.

Los diecisiete meses que estuvimos juntos fueron un total infierno, pero nos gustaba quemarnos juntos. Peleábamos todas las noches y él no paraba de rascarse cuando teníamos sexo. El sexo, sin embargo, fue lo que nos mantuvo juntos. Estábamos tan furiosos uno con el otro, que cogíamos con fuerza salvaje. Hacer el amor jamás describió lo que hacíamos juntos. Queríamos herirnos, rasgarnos, destruirnos, y terminábamos extenuados de tanto odio.

La noche anterior a su descubrimiento fatal sobre mi Ph hablamos calmadamente por segunda vez (la primera fue dos días después de conocerlo). ¿Por qué seguimos juntos? ¿Por qué sigues tú? ¿Por qué me respondes con una pregunta? ¿Por qué no me contestas? ¿Por qué siempre tienes miedo de hablar de ti? ¿Por qué nunca te interesas tú en mis asuntos? ¿Por qué no dejamos de pelear ni siquiera ahora?¡Por que no puedo confiar en ti, siempre has sido débil! ¡Y tú eres una maniática amargada! ¡Pero sigues conmigo porque sólo sabes vivir con dolor, es la historia de tu vida! …no puedo vivir sin ti, no puedes vivir sin sufrir, tal vez tienes razón, nunca me has dicho que me quieres, pero lo sabes, no lo sé ni tampoco tú, sólo sé que desde que estoy contigo no me he enfermado, pero tienes alergia a mi gato, pero puedo soportarlo, pero te enojas, pero no es contigo, pero igual te desquitas, pero igual te quiero.

De pronto, me urgió la necesidad de vomitar el curry que habíamos cenado. Fue espantoso. Ahora era yo la débil y él cuidó de mí hasta que pude dormir. Llamó a su médico, salió a comprar medicinas, preparó suero, me acarició la cabeza, me besó la frente, me habló con palabras chiquitas, amorosas y paternales. La última frase que escuché ni siquiera la entendí.

Hoy llamó temprano mientras preparaba el desayuno. Nena, no podemos seguir juntos, ¿Por qué vomité?, no, no es por eso, ¿Entonces?, no es sano, ¿Es por Miki?, no, no es por el gato, ¿Me quieres?, no es eso, ¿Eso qué?, no es porque no te quiera, ¿Tienes una mejor explicación?¿Te das cuenta que por fin sabemos que nos queremos?

Luego vino la estúpida justificación y mi rabia. Sentí que la necedad era el leit motiv, sentí que habíamos ensayado la agonía de un cáncer. Y hoy que había enfermado para él, hoy que he sacrificado mi salud para amarlo, él decide ponerse a salvo. No podemos curarnos. Somos dolencia mutua. Viviremos con este dolor crónico el resto de nuestros días. Contagiaremos a otros irremediablemente y sin intenciones. Esta enfermedad no se acaba apartándose del foco de infección. Es un padecimiento muy raro, pero lo cierto es que así funciona el amor.

sábado, 23 de julio de 2005

Una noche similar

Y no al estilo de las Farmacias, pero si muy parecida y quizá diluida. Anoche estuvimos en el Lunario, oyendo de nuevo a Magos Herrera y 4 personas relacionadas estábamos en el mismo lugar en el que estuvimos tiempo ha.

La primera vez fue terrible. Todos los asistentes teníamos historias terribles que se entrelazaban trágicamente. Yo, por mi parte, tenía el corazón roto por Allan y él estaba ahí, a escasas 4 mesas.

Ayer estaba mucho más lejos, de mi asiento y de mi vida. Tan lejos y tan cerca. Esta vez, no me atacó la ansiedad. Esta vez, no se me antojaba saludarlo. Esta vez, ya no lo quiero.

Sí, claro, que en la primera ojeada que dimos Perfumes y yo hacia el lugar donde estaba él y su amigo Alejandro, hubo una fuerte descarga de adrenalina. Pero nada más.

A mí me pasaba, más bien, que me daba mucha curiosidad. ¿Habrían previsto, como nosotras, que podíamos encontrarnos? ¿Se acordaría de aquella noche? ¿Pensaría en mí? ¿Recordaría que yo le escribía con palabras de jazz cuando el rompimiento era tan doloroso?

“Si pudiera recibir en mi puerta un mapa cada año, que dijera donde ir, dar mis pasos sin hacerme daño. Mi fragilidad, que me hace llorar… toma mi nombre y mi silencio y mi cuerpo al revés, dame un signo, una palabra que me deje ver…” Así iniciaba alguna de mis desesperanzadas cartas. Y mientras la voz traía esas palabras a nuestros oídos, me pregunté si él imaginaría las esquirlas mortales que había dejado esa canción.

Pra dizer adeus, es una canción de despedida, comentó Magos. Es una canción muy triste, porque dice: está bien, terminamos…pero te sigo amando. Nada más adecuado. Luego, el transcurrir de los días, y la lejanía silenciosa, las murallas invisibles que hoy representan miles de galaxias infranqueables entre esos pocos metros y personas que nos separaban físicamente. Por no mencionar, que los muchachos venían con sus chicas, claro. Supongo que una de ellas, era precisamente la famosa y catastrófica Carolina.

Yo ya no extraño a Allan, pero admito que hay algo en esa relación que no se ha podido cerrar en mi corazón. No sé que haga falta. El concierto podría ser justo el motivo perfecto para cerrar el ciclo. Me da la impresión que no he podido aterrizarlo y he venido idealizándolo todo este tiempo.


Con toda la debida inquietud que provocó haberle visto ahí, el concierto me recordó mi alegría. En general, los conciertos me recuerdan que estoy viva. Sonrío con el alma. Con alma libre y soberana, como dice Magos.

Sobreviví al metrobús

Venía de la colonia Roma. Podía tomar el metro, pero tragué saliva y probé suerte con el metrobús. La primera estupidez que encontraba era poner módulos de venta de boletos, sin embargo, descubrí que son provisionales, porque pronto funcionarán las máquinas expendedoras automáticas.

Abordé el camión con toda mi ignorancia. ¿Dónde debía descender? ¿Cuántas paradas habría hasta mi destino? ¿Sería todo esto una metáfora de mi vida?

El metrobús me reveló mi relación con la ciudad. La ciudad es como mi madre: la quiero por ser origen, pero a veces no la soporto por ser apabullante. Es bella pero demandante.

Mi miedo se disipó. El recorrido entre la Roma y la Del Valle duró sólo 17 minutos. Honestamente, no fue tan terrible como lo había pensado.

No soy fan de López Obrador, aclaro. Ni siquiera simpatizante, vaya, pero creo que esta es una buena iniciativa. Y en esa medida, iniciativa; una propuesta de solución. No me atrevo aún a cantar victoria sobre la eficiencia del transporte.

No es la primera ciudad donde se ha implementado. Aquí mismo en León ya había uno. Me llama la atención, el metrobús Colombiano o Transmilenio (los locales le llaman ‘Transmilleno’). Cuando se puso en marcha en Colombia, se implementó al mismo tiempo una campaña de cultura ciudadana. Creo recordar que en nuestra ciudad quisieron crear el día del peatón y un sistema de tarjetas con las que se aprobaría o desaprobaría el comportamiento de los otros transeúntes o conductores.

Eso es todo lo que recuerdo, porque no tuvo más impacto y la respuesta de la ciudadanía fue escasa. Aquí los peatones parecemos monedas del Mario Bros. No hay que respetarlos sino embestirlos. ¿Cómo le hacemos para educarnos? ¿Cómo le hacemos para calmarnos también? ¿Y verdaderamente nuestra neurosis citadina justifica nuestra falta de civilidad?

Nadie en sus cabales querría vivir en esta ciudad con tantos problemas de tantas y distintas índoles. Por eso supongo que todos los defeños debemos estar completamente oligofrénicos. Y sumamente masoquistas, por supuesto y al parecer este sufrimiento constante nos alimenta un deseo sádico revanchista. Si yo sufro, ¿por qué habría de importarme el sufrimiento de los otros 23 millones de idiotas? Más aún, yo no la estoy pasando bien, así que tú también jódete.

El tema es que a final de cuentas somos todos vecinos. Tarde o temprano, tu vecina a la que le rayaste el coche, se va a desquitar. El del 104 al que le mentaste la madre, te va a dejar el auto en tu entrada. Es una cadena interminable de agravios, que nadie parece querer detener.

Por lo pronto, afirmo: tengo fe en el metrobús y también en la ciudad. Es la ciudad de la esperanza, en efecto, y espero que algún día se convierta en la ciudad de las realidades.

martes, 12 de julio de 2005

Bombing for peace?

Bombing for peace is like fucking for virginity, atinó a expresar una chica en una manifestación en Washington contra las decisiones del gobierno estadounidense.

En una reunión de urgencia, los 15 miembros del Consejo aprobaron por unanimidad una resolución del Reino Unido en la que expresaron su "total determinación para combatir el terrorismo, acto que es una amenaza para la paz y la seguridad". (El Universal, 8 de julio 2005).

Suena casi igual, vaya. Ataquemos la guerra con guerra, parecen decir, sobre todo Blair y Bush. El 11 de marzo del año pasado quien la pagó fue Madrid. Al Qaeda está ya advirtiendo a los gobiernos de Dinamarca e Italia que sufrirán las mismas consecuencias si no retiran a sus tropas.

Claro que no justifico las acciones de Al Qaeda, pero admito que a veces pienso que las naciones se lo merecen. Estados Unidos, por ejemplo. Insúltenme si quieren, pero lo merecían. Y quiero ser más clara: lo merecen en términos teóricos y conceptuales, porque evidentemente no lo merecían los miles de muertos, los heridos y los familiares.

El budismo dice que no hay malas ni buenas decisiones, ni karmas irremediables. Lo que hay es simplemente resultado o consecuencia de nuestros actos. Mala fortuna que un señorcito cuasi esquizoide como Bush (padre o hijo; elige tú) decidan el rumbo del futuro de doscientos millones de habitantes que conforman su territorio y luego, la cancelación del futuro de otros millones de personas en distintos sitios del mundo. Consecuencia: resentimiento que deriva en terrorismo.

No estoy de acuerdo con la Ley del Talión, y creo que alguien tiene que ceder una primera vez. Desafortunadamente, dios no cede, porque no puede dividirse. Dios no puede darle la razón al Diablo. ¿Cuál Dios? Cualquiera, el republicano, el musulmán, el poderoso. Allmighty Vengeance God. Dios no puede vengarse a sí mismo. Si partimos de la premisa básica de una guerra santa, todo esto se reduce a los poderes inextricables de Dios. ¿A qué Dios defienden? Seamos honestos: aquí lo de menos es la religión. Es sólo un buen pretexto y un aliciente de reclutamiento militar.

Hoy a mí me parece curiosa, en especial, la cobertura de medios sobre los ataques a Londres. Cuando derrumbaron las Torres Gemelas, recuerdo que nos pasamos semanas hablando el tema y los titulares de noticieros impresos y audiovisuales machacaban con lo mismo. Sobre los ataques en Londres, se publicó en los periódicos ese mismo día en primera plana y dos días después había pasado a las páginas interiores con notas de menos importancia. Hoy se publican un par de notas muy babosas que hablan sobre el temor ante nuevos ataques. ¡Qué novedad!

¿Qué vida vale más, la que se cotiza en dólares, euros o liras esterlinas? Me queda claro que como decía José Alfredo, la vida no vale nada. ¿Por qué la vida de los norteamericanos siempre se sufre más que la de otras nacionalidades? Me molesta la postura. Son tan mesiánicos e israelitas en su visión: "tenemos la salvación y somos el pueblo elegido". A mí me importa un carajo la nacionalidad, la religión o sus gustos culinarios. Un ser vale lo mismo en todas partes. No soy la primera que lo dice, ya lo sé, pero quiero decirlo yo también. ¡ESTOY HASTA LA PUTA MADRE DE LOS PINCHES GRINGOS Y SUS CRUZADAS! ¿God bless America? Bullshit, pura mierda capitalista. América es más que EUA y Dios no nació en Nueva York.

No sé qué podríamos hacer nosotros, simples ciudadanos. Lo menos que puedo hacer es manifestar mi inconformidad ante tanta necedad. Lo siento, Londres, de verdad, pero siento más que hayan permitido lo que hizo su gobernante. Lo siento por los miles de muertos y heridos. En este sentido, me uno al corazón español que nunca aceptó mandar tropas y aún así fueron víctimas de ataques. Qué pena que hayan pagado una deuda tan costosa y no adquirida. Quiero un mundo sin terroristas, pero también quiero un mundo sin colonialismo, sin fundamentalismo, sin venganzas y sin economía de guerra.

¿Estoy a punto de volverme anti-globalización? Qué miedo...

Descarolinizar mi vida

Si Carolina es simbólicamente la causa de todas las catástrofes mundiales, entonces es tiempo de descarolinizar.

Claro, claro, que Carolina, la real, no hizo nada en mi contra. Claro, que es sólo una manera de nombrar algo que me rebasa. La idea es que Carolina significa una decisión, una sola que afecta de manera fractal al resto del universo. Así, seguramente yo misma tomé caminos inciertos que influyeron en el caos posterior. Conseguí aletear como mariposa al grado de provocar un huracán interminable. Entonces, el gato Kwan que me sacó de mi casa, el argentino Eduardo que me ofreció un trabajo, la mensa de Perfumes que me amigó con Allan, o el señor del restaurante que derramó sal sobre mí, cualquiera de ellos tiene tanta culpa como Carolina y a la vez, ninguno de ellos es culpable de nada.

No tomaré el departamento de la calle de Carolina y de eso tiene la culpa el Metrobús. Así que en última instancia, la culpa la tiene López Obrador. La buena noticia es que al parecer hay un departamento con muchas posibilidades en puerta. Está lindo, amplio y bien ubicado. Es un depa de los sesenta, calculo. Yo inmediatamente pensé en Silvia Pinal y oí bossa nova de fondo musical. La verdad, es el primer departamento del cual me enamoro.

La descarolinización de mi mundo implica clausurar la puerta a las desgracias. Comenzar una nueva etapa donde las decisiones tomen caminos de impacto positivo. Iniciar una cadena de sucesos que deriven en cimientos y edificios y no más destrucción. Necesito un poco de esperanza...

martes, 5 de julio de 2005

Inchi Muerdenalgas

Inchi logró adaptarse a este nuevo sitio. Estoy contenta y tranquila porque estamos todas bien, es decir, las 5: Guille, Adriana, Chita, Inchi y yo.

Evidentemente, el primer encuentro entre las felinas no fue tan grato. El maullido ronco de Chita anunció su renuencia al abandono de su superioridad. Sucede que a Chita le cambió el carácter (o como sea que se le llame en los animales) desde que la esterilizaron. Se volvió más cariñosa y juguetona.

Al parecer, Inchi también aprendió nuevos trucos. Ya había convivido con otra gata y de mayor tamaño, aunque menor edad. Fue muy evidente que perdió el miedo. Así que se corretearon, se asustaron, se esponjaron, pero finalmente se aceptaron.

Claro que Chita le propina sendos coscorrones y mordidas, para demostrarle quién es la jefa. Inchi para no quedarse atrás, le interrumpe el sueño y la ataca cuando se descuida. Como sea, todo es en son de juego y no se hacen daño. Fiu, respiro profundo.

Pero Inchi no sólo se dedica a molestar a Chita. ¡Claro que no! También tiene un amplio repertorio de conductas molestas para humanos, entre las que se cuentan:
1. Tirar floreros, siempre y cuando la mires.
2. Sacar objetos de la basura, siempre y cuando te enojes.
3. Morder las plantas, siempre y cuando la persigas.
4. Y la más controversial, morderte las nalgas, siempre y cuando estés profundamente dormido.

¿No es adorable?

Con todo y la anarquía de Inchi, todos estamos contentas con la nueva configuración familiar. Chita ama la camita redonda de Inchi y se duerme ahí la mayor parte del día. Ahora come Whiskas de cachorro y toma leche, cosa que no hace desde que era muy bebita. En fin, son muy chistosas y nos hacen reír mucho.

_________________________

El fallido Metrobús me ha hecho pensar dos veces en Carolina. Me refiero, por supuesto, al depa. La verdad es que creo que por mucho tiempo, circular en el Metrobús no será la mejor opción. Y que conste que esta predicción sigue siendo optimista.

Desde que lo inauguraron, he evitado por todos los medios posibles no abordarlo. Tomo otras vías, otros transportes. Creo que... le tengo miedo. Sí, me asusta y me da alergia.

Replanteo la zona, pero no lo comenten mucho, porque luego dicen que soy indecisa...

viernes, 24 de junio de 2005

Gracias KCh

Gracias por las palabras de vida hoy que hablo sobre la muerte. Gracias por compartir y darme una conversación llena de luz.

GRACIAS

El destino de Carolina y mi amiga La Muerte, todo para dar las gracias

Carolina nunca fue ni será mi amiga. Pero Carolina parece ser mi destino. Hay una muy buena oferta de un departamento en la calle de Carolina en la Colonia Nápoles. Aún no hay nada concreto, pero tiene buenas posibilidades. Por supuesto, que mi más grande colmo sería vivir ahí. ¿Qué le vamos a hacer? Si el sitio vale la pena, lo haré.

Hoy mi nueva mascota, Inchi, estorba mi visión frente al monitor, mete su hocico al vaso del que bebo, pasa por encima del teclado escribiendo letras sin sentido, se tira una poderosa flatulencia en mi cara y luego brinca trás una araña. Inchi tiene apenas dos meses, pero tiene ya una larga historia de rechazo. Ha brincado ya en varias casas, incordiando matrimonios, perros y gatos persas en su devenir. Y es que Inchi es una gata especial. Tenemos dos hipótesis: o es un gato índigo o tiene TDA (Trastorno de Déficit de Atención). Como sea, el tema es que es un torbellino. Tras haberla desalojado de la casa de Perfumes, está momentáneamente en esta casa. Me preocupa, debo admitir, porque aún no tengo un lugar a dónde mudarme para poder darle hogar. La opción por el momento será llevarla a una especie de pensión gatuna. Se me rompe el corazón, por supuesto, pero sé que no es posible tenerla acá. La reina de esta casa es la Chita y es bastante malhumorada con respecto a los nuevos habitantes. Yo me gané ya un par de rasguños en la cara y varios, que se suman por semana, en las manos y brazos.

La vida de Inchi ha corrido paralela a mi propia vida. Estos últimos meses no han sido nada sencillos, por ningún lado que se les vea. El asunto de no encontrar un sitio propio y deambular confusamente es el pan mío de cada día. Y en medio de todas las crisis, está La Muerte. La posible, la pasada, la mía, la ajena, la compartida.

Mi padre murió en Enero de este año. El lunes pasado falleció mi abuelo materno, Don Rafa. A diferencia de la muerte de mi padre, mi abuelo venía dando señales claras desde hace ya mucho tiempo. Sin embargo, el viejo parecía un roble. Incluso en mi familia le llegaron a llamar Terminator, por su resistencia. Finalmente, el domingo empeoró. La ambulancia que acudió dictaminó que no había más por hacer que esperar su último aliento. Coincidentemente con mi padre, ambos murieron del corazón. Sea pues, que estén juntos en alguna dimensión desconocida.

En un primer momento, su muerte como concepto me rasgaba los ojos por la memoria del deceso de mi padre. En un segundo momento, su funeral me recordó que tan lejana estoy de aquello que pensé que era mi familia. Estábamos ahí, todos, pero los sentí tan disparatadamente ajenos. Como si nunca hubiéramos compartido un techo, como si nunca hubiéramos compartido un lazo.

Y caí un cuenta, en un tercer momento, que sigo esforzándome por buscar la aceptación. Me enojé, me deprimí, me sonrojé. Al día siguiente, no asistí al entierro. Suficiente para mí.

Sabía que para mi madre sería importante, que este podría ser uno más de sus reclamos en lista de espera, pero también me percaté de que cualquier gesto sería más tarde un reproche. Nada es suficiente. Así que simplemente, opté por la posición que me pusiera a salvo.

No sé bien si después querré recuperar a toda costa a mi madre y hermano. Hoy por hoy, lo único que atino a decir es “No puedo”. No puedo porque su indiferencia me hiere, no puedo porque su rechazo me apabulla, no puedo porque pongo mi propia integridad en riesgo. ¿Suena dramático? Lo es, simplemente porque duele. Quizá sea tiempo de darles duelo también.

Por lo pronto, en términos más pragmáticos, sencillamente no puedo porque tengo muchos asuntos que atender. Poner todo en orden, se ha convertido en una tarea épica y monumental. Se trata de cosas tan simplonas, en apariencia, como reacomodar mis objetivos, disciplinar mis hábitos, reconstruir mis sueños. Se trata, pues, de “revisar bien mis maletas y guardar mis sentimientos y resentimientos todos, hacer limpieza al armario, borrar rencores de antaño y angustias que hubo en mi mente, para no sufrir por cosas tan pequeñitas, dejar de ser niña para ser mujer; entregarme a lo que creo y ser siempre yo sin miedo”, como apunta Lupita D’alessio. Y continúa: Volar libre con todos mis defectos para poder rescatar mis derechos, y no cobrarle a la vida caminos y decisiones. Hoy quiero y debo cambiar; dividirle al tiempo y sumarle al viento todas las cosas que un día soñé conquistar, porque soy mujer como cualquiera, con dudas y soluciones, con defectos y virtudes, con amor y desamor…

En fin, todo eso que suena a reivindicación feminista a ultranza en la voz de la leona dormida, cobra sentido para mí hoy. Es momento de cambio. No es que yo haya deseado esto, es que no tengo otra opción. Sucede que el curso de las cosas me obliga a tomar nuevas actitudes y aprender nuevas conductas.

Hay días en que todo es confusión, pero confío en que eventualmente, podré poner cada tópico en claro.

Hoy sé que hay mucho dolor, que todo lo que sucede me golpea porque soy cristal. Handle with care. Sin embargo, estoy forrada de capas de cariño que me salvan de las caídas.

En toda catástrofe, la red de familia ampliada y los amigos han estado ahí. Gracias totales. Si no fuera por todos ustedes, esto sería cercano al infierno, si es que existe. Me da la gana hoy decirles nuevamente, y perdón que sea de manera general, que los amo profundamente y que son mi más grande fortaleza.
Les pido una disculpa si por estar demasiado agobiada por las tormentas en mi pequeño vaso con agua, no he podido asistirles. De cualquier modo, sepan que estoy ahí para ustedes y que no importa en qué situación me encuentre buscaré un resquicio de esperanza para apoyarlos.

GRACIAS POR TODO EL AMOR QUE ME HAN DADO.

martes, 7 de junio de 2005

La voz de los fans se manifiesta

Para darle derecho de réplica, Pedro me manda este forward sobre Star Wars:




-----Mensaje original-----
De: Pedro Rodríguez [mailto:jedi72mex@hotmail.com]
Enviado el: mar 07/06/2005 0:49


Hay quienes dicen que Titanic es la película del siglo, otros que Star Wars
¿Ustedes qué piensan?.... Saludos...

STAR WARS VS. TITANIC

- El Titanic es grande, pero la Estrella de la Muerte es aún más grande.

- El Titanic es rápido pero el Millenium Falcon es pinchemil veces más
rápido.

- El Titanic duró casi cuatro horas, Star Wars lleva más de nueve horas y
aún está emocionante.

- Star Wars tiene muñequitos mucho más chingones.

- Si un niño ve el Titanic se muere del aburrimiento, pero si ve Star Wars
se abre al conocimiento.

- Yoda hubiera sacado al Titanic del agua con una mano en sus verdes huevos.

- Leia es princesa, senadora, defensora de la libertad y una potencial Jedi
mientras que Rose es putita y muy pendeja.

- Los Ewoks dan mejores fiestas que cualquier "primera clase" en cubierta.

- Los borrachos intergalácticos son más ojetes que los jodidos borrachines
inmigrantes.

- Si volara hacia el Titanic, Wedge no podría decir "Look at the size of
that thing!" sin mearse de la risa.

- Es mucho más atemorizante ser perseguido por un cabrón maniático de mal
aliento con casco, máscara y capa negra, armado con espada láser y a bordo
de una Tie Fighter que por un junior pendejo, cagüengue y cornudo vestido de
smoking, armado con una pistolita de mierda y a pata.

- Titanic es "igualitaria" porque pone a los pobres como personajes
simpáticos, Star Wars es "igualitaria" porque sus almirantes son anfibios de
ojos saltones y nadie la hace de pedo.

- Los mismos almirantes anfibios de ojos saltones no pierden el control de
sus naves contra un pinche pedazo de hielo viajando a menos de 10 kms./hr.

- Sabemos que Cal es malo porque engaña a los pobres y trata de la verga a
su novia; sin embargo Darth Vader es un autentico hijo de chingada porque
estrangula a gente con el pensamiento, extermina a caballeros jedi antes de
desayunar y desmadra planetas nada más por sus huevos.

- Sí, si, si... Leonardo Di Caprio puede bailar pero ¿Puede manejar un
X-Wing Fighter, desmembrar a un Wampa con un sable de luz, matar a un Rancor
con un huesote o mover objetos con el pensamiento?... ¡Ni Madres!

- La gente no pierde la vida tratando de repetir escenas de Star Wars en las
proas de los cruceros estelares.

- Rose enfrenta al agua helada para rescatar a su novio, Leia se enfrenta a
Jabba The Hutt.

- En el Titanic solo había botes salvavidas para la mitad de la población
(¡Pinches jodidos!), mientras que en Star Wars siempre hay suficientes
cápsulas de escape para todos (Primer mundo).

- ¿Sáben lo que les hace el Imperio Galáctico con los que se autoproclaman
King of the World y nada más son putines? ¡¡¡Se los cojen!!!

- Si Luke hubiera estado esposado en las bodegas de un barco que se hunde,
hubiera usado la fuerza para obtener la llave.

- "Prefiero ser tu piruja a ser tu esposa" (Rose) jamás va a tener la misma
fuerza de "Prefiero besar a un Wookie" (Leia).

- Han Solo es congelado en un bloque de carbonita y convertido en un adorno
muy chic mientras que Leonardo Di Caprio solo se congela y se hunde a lo
wey.

- ¡Todos sabían que el pinche barco se iba a hundir! pero ¿Quién se hubiera
anticipado a "Luke... soy tu padre"?

- Han Solo hubiera esquivado el iceberg en el Millenium Falcon con los ojos
cerrados.

Y a pesar de todo lo anterior aún existen personas que se atreven a afirmar
que Titanic es la mejor película del siglo.

¡AY NO MAMEN!

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El regreso de los (ex novios) muertos vivientes

Bajo la oscuridad de la noche, se levantan de sus tumbas los ex novios y se reincorporan al mundo de los vivos, sembrando el terror en mi conciencia y mi memoria.

Esta segunda vez, creo que me pegó mucho más que la primera. Curioso fenómeno. Ver al ser casándose no me provocó ni un mínimo espasmo de angustia. Quizá porque la relación que me unió al Nortek fue mucho más libre y cercana a la amistad que al noviazgo. Quizá porque ninguno de los dos nos enamoramos.

El tema es que Chris y yo hemos ampliado el plazo de terminación del contrato sexual aún después de cancelado el contrato amoroso. Sí, nos queremos aún, pero con un cariño distinto.

El año pasado apareció el Búnker. Y me enamoré locamente, porque esa es la única manera de hacerlo. Enamorarse otorga una distancia salvífica respecto a los ex novios. Es el perfecto antídoto contra el resto de veneno que nos queda de ellos en la sangre.

Así que Chris reaparece y me cuenta la historia de su nuevo amor. Se aplica el antídoto a sí mismo. Se hace inmune a mí y eso, claro está, NO ME GUSTA.

¿Qué más da si su enamoramiento tiene sustento o está construido de puras ganas? ¿Qué más da si la chica y él se odiaban desde hace 3 años hasta hace 3 meses? ¿Qué carajos importa si la chica hasta hace poco se afirmaba como aspirante a lesbiana? ¿Así, qué puede interesar que no le permita casi tocarla, que no le llame, que le haya confesado en una discusión que no siente química con él y que haya discutido en una confesión si debía terminar su relación con otro y con otra?

Está evidentemente por demás. Porque lo que es que cuando queremos creer en algo nos basta lo que se aparezca. Ella le dijo: quisiera enamorarme de ti. Él no puede decirle: estoy estúpidamente (tampoco hay otro modo) enamorado de ti. Yo opino que el enamoramiento no se decide, sucede.

En el preciso momento, no me ardió. Pero un día después, me dio coraje y aún no sé bien por qué. En cierto sentido me molesta, por supuesto, ver a alguien a quien quiero sufrir. Por supuesto, que me enoja que me maltrate a mi criatura. Pero no es sólo eso. Supongo que también hay una lápida ya sobre mi nombre. Ahora yo soy la exnovia que se levantará de su tumba. Con esto, ha logrado por fin enterrarme. Por supuesto, que eso no significa que aún me amara o anhelara volver conmigo. Justo es lo que no significa. Significa que ya no significo. Ya no soy su última relación importante. Ya no soy la última chava con la que tuvo algo serio. Ya soy historia, no más parteaguas.

Soy un ladrillo más en la pared, otra más que muerde el polvo.

Aventuradamente le dije una vez al Búnker que asistiría gustosa a su boda. Ja! Rectifico: no iría a SU boda. Enough is enough!

lunes, 6 de junio de 2005

Dicen mis amigos los fans

Paco y Pedro (que no están relacionados en ningún modo, más que por su afición recalcitrante a Star Wars) dicen que debimos todos nosotros poco cultivados en las artes jedis, ver los 25 capítulos de Las Guerras Clónicas que son las animaciones que se transmiten en Cartoon Network.

Y sí, yo he visto algunos. Y sí, en efecto aportan información valiosa que no vemos en los filmes. Pero creo que esa estrategia a veces me molesta un poco, porque no todo aquel que ve las películas en las salas de proyección es tan fan como para ver las animaciones y leer los newsletters. Debo reconocer que las animaciones son verdaderamente buenas, pero sí me da un poco de coraje que toda esa información no se cuente ni se refiera en las películas.

En fin, para complementar mi disculpa confieso que me maravilla una situación y esta es la coherencia del discurso audiovisual. En efecto, Lucas hizo las mismas transiciones y los mismos comienzos, hasta los mismos títulos para todas sus películas. Y por cierto, ayer que vi el episodio II también confieso que me gustaron mucho los diseños de las naves y el detalle de los sismos entre la lluvia de meteoritos me pareció sublime y de una imaginación genial.

Y ya. Que hablen los fans de star wars y reclamen su vicio...

Disculpa para Star Wars

Está bien, lo acepto, me aventuré, me aceleré. La verdad es que no podía creer tanta decepción y ya que amablemente Canal Fox ha transimitido el Episodio I y II las últimas semanas, lo miré todo de nuevo minuciosamente.

Las claves que yo quería sobre la conversión de Anakin, en realidad, están en el Episodio II. Los berrinches inmaduros, los reclamos por su soberbia, su ardiente resentimiento y sus temores. Y justamente es con Amidala con quien se confiesa, tal como yo lo venía pidiendo. Ya no recordaba absolutamente nada de esto. Fue tal el impacto de la malograda escena de la muerte de Schmi, de los giros románticos sobre el césped intergaláctico (Anakin y Amidala, claro) y las marometas desmesuradas de Yoda, que no le di importancia al resto. Pero, ok, rectifico, sí está en el guión, sí está justificado Anakin, ya, pues, ya, ahitá, ahitá.

lunes, 23 de mayo de 2005

La historia de un tronquito rostizado

Érase una vez en una galaxia muy lejana, que los problemas, las necesidades y las estupideces seguían siendo las mismas que las que hoy padecemos. Vaya casualidad.

Era pues el año de 1977 cuando la primera película de la tan famosa saga de la Guerra de las Galaxias se revelaba en las salas de proyección. Yo tenía -1 año en ese momento. Así, pues, yo no había nacido.

Para cuando los siguientes dos capítulos se estrenaron yo era niña. Claro que cambiaron mi vida, claro que son parte de mi top ten de películas favoritas, claro que casi me las sé de memoria.

Pero el viernes después de ver el Episodio 3, me pregunté: ¿He vivido engañada toda mi vida? Porque de pronto la historia me pareció más cercana a una telenovela y menos a una fantasía intergaláctica.

En el episodio 1, me pareció de muy mal gusto la referencia más que mesiánica, cristiana, (¿son sinónimos?) al nacimiento de Jesús. Primero habríamos de comprobar eso en términos bíblicos, claro, pero a final de cuentas eso es lo de menos. A nivel creativo, podemos referirnos a la leyenda que nos dé la gana, sea un texto religioso o meramente artístico. El tema es que ese asunto me pareció sobrado. Como sea, el pequeño actor tenía una chispa especial y eso le daba un toque de ternura inusitado a una serie que siempre había sido esclusivamente desarrollada en un mundo de adultos.

El episodio 2... ¡Vaya! Ni siquiera voy a repetir la cantidad de improperios que en ese momento declaré. Rolé incluso un texto que por ahí, los más cercanos debieron haber leído. Y es que entre Yoda Machincuepas, El romance kitsch de Anakin y Amidala, los chistes fallidos de Obi Wan (a quien, por cierto, no recuerdo bromista en la primera trilogía) y el final de boda, me llevaron desde la risa loca hasta la decepción encabronante. Horrible. Aburrida. Lenta. Trillada, etc. Mejor vean Rebelde, canal 2, todos los días, 7 pm hora del centro del país (mx).

Y con la lengua de fuera, cansada, ojerosa y sin ilusiones llego a ver el Episodio 3. Me aporta dos o tres datos interesantes que me faltaban para entender, pero nada indispensable. Importante saber por qué Anakin se vuelve máquina y se convierte al lado oscuro. Ok. Pero a ver, se supone que quiere salvarle la vida a Padme y por eso cede ante Lord Sidius. Aja. Sí, claro.

No, no y no. No es suficiente razón. Claro que no sólo se convierte por eso. Claro que se convierte porque es soberbio y arrogante, porque lo alejaron de su madre de pequeño, porque tiene muchos miedos, porque tiene una enorme necesidad de reconocimiento y seguro porque tiene complejo de Edipo y pie de atleta. El tema es que Lucas hace mucho hincapié en que se transforma por evitar la muerte de Padmé y eso es incompleto; le resta matices y motivos al personaje de Anakin. Obi Wan está horroroso con diálogos acartonados y bromas de a tres baros. No es gracioso.

Me parece que se ve un trabajo fuerte y formidable en producción y post producción, pero lo que es dirección y guión es muy pobre.

Seguimos con una duda importante, ¿por qué Obi Wan no remata a Anakin? Ya es un tronquito rostizado. No tiene manos ni piernas y además se está quemando. ¿Tú qué harías si fueras Obi Wan? Toma en cuenta: sabes que ese ser tiene una fuerza superior y desarrollada, que esa fuerza está ahora del lado oscuro, que si le permites vivir va a someter a la confederación de galaxias, que fue tu aprendiz, que lo quieres como hermano, que no quisieras verlo sufrir. Piensa dos segundos. Uno. Dos. Digamos que se te hace corazón de pollo porque lo quieres mucho. Como quiera sabes que tu misión Jedi es acabar con él; en primera estarías traicionando a tu gremio. Luego, pensando que realmente lo quieres, ¡pues menos lo dejas ahí asándose! Le echas aunque sea unas verduras para acompañar. Digo, hasta a nuestro amigo caballo le damos un balazo cuando se le quiebra una pata... En fin, que yo no entiendo porque le perdona la vida.

Y Padmé simplemente se muere de tristeza. Así, literal. Si entramos en categorías humanas, lo más lógico sería que la maternidad le diera nuevos bríos, pero no. Rara muerte.

Total, que si a mí me hubieran enviado un newsletter con estos datos, ahorraríamos millones de dólares en producción y efectos especiales, 48 pesos de boleto de cine y 75 pesos de un combo con palomitas y refrescos que me hace engordar.

Sin estos datos yo seguiría viendo la primera trilogía sin problemas y sin preguntas. No aportan más que detalles para fans.

Lo siento, pero no me gustó. Quizá tenga que replantear toda mi admiración por la Guerra de las Galaxias.

jueves, 19 de mayo de 2005

Sea por México, señores!

¿A quién le importa el país? A mí a veces, México me da comezón. Como quiera, la Administración Pública Federal solicitó mi ayuda hoy y acudí con gusto. La misma Secretaría que me echó a las filas del desempleo sin miramientos, hoy me pide mis conocimientos.

Vine en realidad a ayudar a Liliana. Mi primer compromiso, por ser más básico y real es con la amistad, antes que la nación. I'll get high with a little help of my friends. Confío en que a escala es la manera más eficaz de que crezcamos.

Lo más increible es que aquí mero me he encontrado al famoso Burus. Sí, claro, uno de los jefes zombies que tuve mientras trabajé en la SFP. Está aferrado a que quiere regresar a este sitio y está dispuesto, al parecer, a todo y más por lograrlo. Basta ya. Let it go.

El reencuentro va más allá de aquel ser. Por supuesto, que siempre estar por acá me recuerda dos años hermosos de noviazgo con el gobierno y es esa sensación de todo romance: una parte duele y otra excita...


Karaoke Queen

La primera vez dije que quería que mi nombre artístico fuera Killer Queen, pero hoy creo que por las experiencias recientes debo ser Karaoke Queen.

Hemos descubierto este talento en recientes fechas. Mi especialidad es la D'Alessio. El público tiende a aplaudir de pie y pedir que cante otra dolorosa.

La verdad, la verdad, es que ese repertorio me lo tengo ensayadísimo, junto con la Trevi y alguna que otra de Ely Guerra. Y si no me creen, pues los reto a que me lleven a un karaoke...

lunes, 9 de mayo de 2005

Y luego por culpa de Pilar

Porque simplemente quería responderle un mensaje y me vi forzada a crear un blog. Que el universo me perdone y que las almas impolutas no se sientan amenazadas por aquello que se pueda publicar en este sitio.

Ah, y para los ingenuos: no, Santa Claus no existe y dios menos.