domingo, 22 de abril de 2007

Publicidad invasora

En las escaleras del metro...


¡Auxilio! No hay lugar donde estar a salvo.

miércoles, 11 de abril de 2007

Fotoperiodismo y discursos lopezobradoristas

En las estaciones División del Norte, Zapata y Coyoacán de la Línea 3 del Metro actualmente se encuentra la exposición Expo Foto Periodismo. Las fotografías pertenecen a muy distintas cámaras, nacionales y extranjeras, pagadas e independientes.

La primera sección con la que me topé fue la del Metro Zapata, que es la de contenido político y social. Dos temas y dos lugares retratados te paralizan la conciencia: Atenco y Oaxaca. Sin documentar el morbo, logran captar instantes que definen muy bien lo que estaba (¿está?) pasando.

Luego me llamó la atención un discurso implícito. Las fotos de la toma de protesta como presidente legítimo de López Obrador y las fotos burlonas de Fox y Calderón. Sin importar que Fox merezca eso y más, me pareció que hay un mensaje interesante. No le resto importancia al movimiento lopezobradorista y por supuesto, creo que debe estar documentado, pero no más que su contraparte panista. Lo que resulta cuando terminas de mirar y juntas los signos es un discurso perredista. Pienso que es lógico. A final de cuentas el espacio le pertenece y es auspiciado por el Gobierno del D.F. y su Instituto de Cultura. Sería, por demás, contradictorio que hicieran una apología de lo que ellos llaman el "gobierno espurio".

De esa serie vale la pena resaltar un par de fotos de Calderón y compañía jugando futbol. Además, una fotografía del momento exacto en que le arrojaban pintura a un servidor público en Oaxaca. Ni como describirla, hay que verla.


Sobra decir que la calidad de las fotografías es magnífica. En las otras estaciones podemos ver desde el concierto de U2 hasta la fresirockera artista pepsi Julieta Venegas. Miramos gente común en las calles, en el propio metro, en circunstancias cotidianas. Subcomandante Marcos (o Delegado Cero), sexoservidoras, ancianos, niños.

El Metro también es cultura.

martes, 10 de abril de 2007

Los aconteceres de Hurgo


Para Alejandra:

Yo primero conocí a Urbano. Urbano el hermano. Lo vi primero a través de los ojos azules de una ardilla. Y me cayó bien, mucho más después de leerlo. Es un chico listo, pensé. Luego conocí a Hugo. Lo miré bajo la luz de un taller literario en un ambiente cuasi familiar.

Urbano nos acompañaba en muchas pláticas. Y como muchos de sus amigos, reíamos, aún cuando él no estaba presente. Era un hermano entrañable. Las aventuras de la Gorda Macadamia y Urbano nos hacían la noche. Y todo terminaba con un suspirito ardillesco que parecía decirnos "Ay, como quiero a ese ser".

Nunca podemos entender los finales. Siempre nos toman por sorpresa, no importa cuánto pensemos que estamos preparados. Nos ataca con los dedos en la puerta. Es completamente ininteligible.

Luego vamos por ahí cargando siempre a nuestros desaparecidos. No se van nunca, nos acompaña el hueco que dejan. Ya sé, ya sé cómo es que se vaya alguien a quien amas. Pasan los días y sigues pensando en cuánta falta te hace su presencia, su compañía, sus palabras y sus silencios. Y sus silencios se vuelven lo último y lo único, que se llenan en nuestras cabezas con nuestras imágenes y nuestras añoranzas para poder seguir viviendo.

Hoy le dedico dos fotos de ocaso. El atardecer en minutos espaciados que vi a través de mi ventana ayer, a una semana de su partida. Quiero pensar que aún cuando nos parezca triste la desparición del sol, hay belleza en ello.