miércoles, 30 de abril de 2008

Andrés Manuel 0; Loret de Mola 0

El nivel de debate político por los suelos, ya se ha dicho. El periodismo nacional, reprobado.

Me contaron mis amigas, ambas llamadas Katya, que Loret de Mola había entrevistado a López Obrador y según ellas, "lo había hecho pedazos". Por supuesto, que me ganó la curiosidad y corrí a ver el video. Y por supuesto, DISIENTO.

Primera parte en Youtube o (el resto de la entrevista por partes está disponible en youtube)

Para ver la entrevista completa en esmas.com

A todas luces, Loret iba con todo a matar. No es una entrevista, es un acribillamiento ventajoso. Entrevistar significa traer a alguien a hablar y hacerle preguntas, pueden ser insidiosas, agresivas o suaves, pero se trata de que el entrevistado hable. En esta "entrevista" lo que vemos es un conductor con un guión preparado para ridiculizar a su invitado. El invitado, por supuesto, es lo de menos. Quiero ver si se atreverían a hacerle eso a Calderón, que por supuesto que podemos cachar en inconsistencias.

Pero, no, aquí el trabajo se llama "Acaba con AMLO en 40 minutos". Analicemos la entrevista. Primero le pregunta sobre la Serie Mundial, Hugo Sánchez, como si su intención fuera una plática chabacana. Luego le pregunta si quiere nuevamente ser candidato a la presidencia. "¿Quiere que caiga Calderón?". Andrés Manuel insiste que no es su objetivo, que depende de los ciudadanos, aunque se proclama presidente legítimo. Afirma que no se debe privatizar la industria eléctrica y el petroleo, porque los procesos de privatización han sido desastrosos para el país.

¿Con qué autoridad moral nos dice el PRD que nos defenderá de los saqueadores si ya vimos lo que hicieron con sus elecciones internas?, le pregunta Loret. AMLO dice que él tiene autoridad moral. ¿Y el cochinero del PRD?, le agrega adjetivos Loret.

Luego insiste sobre el cochinero. Andrés Manuel acusa a la televisora de no comentar sobre otros asuntos, que además le suben de tono al tema del PRD. Esto es cierto, la cobertura que le dan los medios, por supuesto que está amañada. Los medios, tienen su propia agenda y ya tenemos el ejemplo de Aristegui y Gutiérrez Vivó como para documentar la censura gubernamental. Ciertamente, como señala AMLO, los periodistas de Televisa no vieron una sola irregularidad en las elecciones del 2006. Fueron cómplices desde el momento que no cuestionaron públicamente la información sino que la aceptaron de buen grado porque convenía a sus intereses. La defensa de Loret fue afirmar que ya lo han invitado antes al programa y no había asistido. Amlo contesta que no quería ir porque no quería seguirles el juego.

¡EUREKA! Pero si eso es justo lo que estaba haciendo en esa silla. Claro que no había querido ir precisamente porque sabía que iba a pasar lo que pasó. Y entonces, me pregunto, ¿no sabía que sucedería? ¿por qué no se preparó? Era obvio que le querría desacreditar con las elecciones internas del PRD. Loret lo había invitado dos veces al programa. Dos invitaciones en año y medio es únicamente un modo de justificar su falsa pluralidad. Es obvio que no han tenido la intención de abrir las pantallas a otras posturas.

Andrés Manuel comienza la entrevista sentado a tres cuartos. Poco a poco se va volteando hasta que casi quiere darle la espalda a Loret. Creo que se da cuenta de que le tendieron una trampa, pero aún así no alcanza a reaccionar. Al minuto 13 de la entrevista le proyecta el primer video, de Fox negando cualquier intervención en las elecciones. La comparación, como dice AMLO es desproporcionada, sí, pero no logra aclarar contundentemente por qué. Aún cuando López Obrador pueda tener un favorito en las elecciones internas de su partido, él no es la autoridad competente como para declarar nulidad. En el minuto 16, Loret proyecta una declaración de Calderón y nuevamente lo compara. Y otra vez, el entrevistado cae en el juego. No pasan ni dos minutos cuando le proyecta un video de él mismo denunciando las irregularidades que son equivalentes al 7%, iguales a las del PRD. Pero vuelvo a lo anterior, Loret le exije a Andrés Manuel que pida la anulación, como lo hizo en 2006. A lo que debió contestar ora sí como Fox: ¿Y yo por qué?

Casi en el minuto 22 entran en el tema por el que lo invitaron. ¡Veintidos minutos después en tiempo aire de televisión! Y en menos de un minuto de dejarlo hablar pone el video de Jesús Reyes Heroles, director de Pemex, en la que dice que la paraestatal debe hacerse acompañar de la iniciativa privada. López Obrador dice no rotundo a la inversión de capital privado, ni nacional ni extranjero. Aprovecha la oportunidad para explayarse sobre el tema de Mouriño y consigue que Loret lo escuche un poco.

Entonces, Loret saca de abajo del escritorio, como un gran truco de magia el libro que escribió su invitado, como conejo de la chistera. Mire usted qué casualidad y cuánta magia. En ese libro, Andrés Manuel afirma que es posible la inversión de capitales privados siempre y cuando no se privatice porque el petroleo es de todos los mexicanos. El entrevistado le dice al conductor que esa pregunta ya se la habían hecho en otras ocasiones. ¡Cabrón! ¡Si ya sabes que te lo van a preguntar! Y nuevamente, no logra coherencia en sus palabras como para aclarar el punto. Por más que le insiste a Loret que no saque de contexto sus palabras, no consigue articular su defensa. Loret incluso le dice "Tranquilo, tranquilo, ya habló usted mucho!" Ja ja. ¡Pues sí, se supone que es una entrevista!

- No es privatización, es asociación con capital privado. Es lo mismo que plantea Calderón
- No, no es lo mismo
- ¿Así nomás se lo creo?
- Bueno, si no lo quieres creer estás en tu derecho.
- Problema mío...

"Si lo leyó, ¿verdad?, mire", "A ver léame este parrafito", "¿Sí lo escribió usted, no?", "¿Qué hago con este párrafo, lo tacho?". Si estas preguntas no están dirigidas por completo a la ridiculización y llevan un prejuicio y un encono de antemano, entonces, yo no sé nada de la vida. Se acaba usted de aventar casi 40 minutos, le dice al final Loret, y aquí le hacemos entrevista no spot.

¿Entrevista? Alguien no pasó su clase de Periodismo 1. Eso no es una entrevista. Ni tampoco es un debate, porque para quelo fuera deberían estar en igualdad de condiciones los contendientes. A todas luces, aquí había una situación de ventaja para el anfitrión. Desafortunadamente el entrevistado tampoco hizo la tarea. Para mí, esta vez el marcador es un empate de perdedores.

Y como el país está dividido por sus idolatrías, no falta quien dice qué por fin Loret les hizo justicia y le preguntó todo lo que ellos habrían querido. Tampoco falta quien dice que Loret es un periodista vendido y que Andrés Manuel resistió con honestidad valiente a las porquerías de aquel señor. No a las dos, sí a las dos.

No sé si Loret reciba dinero de la nómina de Gobernación. Lo dudo. No sé si Loret de Mola recibió órdenes directas de Azcárraga de acribillar a López Obrador en televisión nacional. También lo dudo. Lo que sí creo es que fue muy poco profesional haciendo pasar por entrevista lo que eran sus simples ganas de ametrallar a un personaje político.

No sé si Andrés Manuel tenga la razón en este caso. Creo que al menos ha conseguido capitalizar su fuerza social y su imagen pública para hacer un contrapeso frente a las decisiones gubernamentales. No sé si es listo o un idiota. Lo que sí sé es que si accedió a dar esa entrevista debió prepararse para lo que pasó y que no armó suficientemente el discurso para defenderse contra sofismas. No estoy de acuerdo con muchas de las ideas lopezobradoristas pero tampoco estoy de acuerdo con el gobierno en forma total ni con los trucos televisivos.

Pero, honestamente, ¿qué más da si estoy de acuerdo o no? Al final del día, cedimos nuestro poder a los representantes para que nos gobiernen y esto que vemos en nuestros políticos es justo lo que obtenemos. No hay forma de participar de manera directa en nuestro gobierno, y por eso, y nada más por eso, me da gusto que un ciudadano logre convocar a la sociedad a la resistencia.

Mi mayor conflicto está en que como dije al principio, yo supe de esta entrevista por dos muy queridas amigas a las que considero sumamente inteligentes. El problema no es de inteligencia, es de prejuicios. Ya se ha debatido mucho sobre la influencia de los medios masivos y han llegado a la conclusión parcial de que los contenidos son aceptados en tanto refuercen las ideas del receptor. Por eso comento sobre la lectura que hacen de la entrevista los dos bandos con toda su pasión y furia. El asunto es que no cuestionamos a fondo. Si los profesionistas, incluso entrenados en recepción de medios no somos capaces de discernir las jugarretas de los medios y de los discursos políticos, ¿entonces quién? ¿Esperamos que el grueso de la población que no tiene una educación para la recepción sea capaz de entender los juegos retóricos?

Repruebo totalmente nuestro periodismo y nuestra política de quinta categoría.
He dicho.