Hablar de nosotros
Para hablar de nosotros se ha necesitado que exista un Otro. Me sorprendo por primera vez hablando de nosotros. Por que antes éramos tú y yo. Tú, tu novia y yo. Tú, tu neurosis y yo. Tú, tus amantes y yo. Tú, tu otro tú y yo.
Nosotros nos hemos encontrado por fin en la posibilidad de hablar en primera persona, pero no más en singular. Nosotros pensamos, sentimos, decimos, opinamos. Cuando hablo de nosotros, refiero una tercera mano ajena que toma la mía mientras camino. Cuando hablo de nosotros digo frases que comparto pero que yo no pensé. Para nosotros mirar una película sólo se puede con cuatro ojos, dos gatos y un corazón. Nosotros tenemos un proyecto largo que se hace sólo con el día de hoy. Nosotros creemos en el amor porque somos idealistas.
Fácilmente transité de un rutinario yo, bastante confortable, a un esperanzado y pacificador nosotros. Salir de mi misma y encontrarme en unos ojos nuevos, había parecido por años una tarea inalcanzable y prácticamente indeseable. Simplemente sucedió, supongo que así como pasan las cosas cuando son necesarias por consecuentes. Fluye.
Hablar de nosotros es posible...¿por mi disposición?, ¿por su voluntad?, ¿por nuestras ganas? Lo importante es que hablar de nosotros HOY ES POSIBLE. Nosotros, con tan poco tiempo juntos, con tanto espíritu compartido, con almas tan añejas, con manos tan curtidas, con sienes tan aplastadas, con ojos de lince entrenados. Nosotros, como si habláramos de uno, y con todo, nunca dejamos de hablar de dos. Nosotros, incluyendo a todos nuestros muertos y nuestros dioses ocultos. Nosotros y nuestros ídolos pop. Nosotros y nuestras amistades en común. Nosotros y nuestras familias. Nosotros y nuestros amigos imaginarios. Nosotros y todos los marcianos. Todos somos nosotros, entre nosotros habitan todos. Somos una numerosa muchedumbre, la marabunta,
Y sí, la suma de uno y uno, es mucho más que dos.
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