Confesiones en una pista de baile
¡Insuperable, magnífico y exquisito! Describir el Confessions on a Dance Floor tour es difícil, porque las palabras sobran ante tan buen espectáculo.
Madonna nos sorprende siempre. Por sus brazos inmutables, su vanguardia y su música. Esta vez había conseguido hacer un maravilloso álbum con música disco, al mejor estilo Giorgio Moroder. Luego hizo un show extraordinario y consiguió hacer un video mucho mejor. El concepto integral de concierto es una fiesta en una discoteca setentera, sin embargo, el toque retro va acompañado de elementos actuales. Por ejemplo, contrata un equipo de bailarines que desafían la gravedad y que brincan incluso por encima del público. Además, hace versiones nuevas de canciones viejas en el mismo estilo disco, con arreglos perfectos.
Claro que no deja de ser controversial. Para cantar Live to tell, se coloca en una cruz de luz con un fondo llameante. Y tampoco deja de ser política. Ataca a los políticos, pide ayuda para la infancia en Malawi, aborda la lucha Israel-Palestina y le pide a Bush que se calle porque está cansada de sus mentiras.
Es increíble cómo Madonna le sobrevive, no sólo a las estrellas de su tiempo (como Michael Jackson), sino a las presentes (como Britney Spears). Atrás ha dejado a miles de estrellitas pop que se han perdido entre la fama, las drogas y las excentricidades.
En la película En la Cama con Madonna, ella le confiesa a sus coristas que sabe bien que no es ni la mejor cantante ni la mejor bailarina. ¿Qué hace entonces que Madonna sea una de las cantantes más famosas del mundo? Creo yo que su voluntad, tenacidad y disciplina. Seguramente también su claridad de visión. Pero también, las relaciones artísticas que crea. Madonna sabe bien que no todo puede crearlo su cabeza, entonces decide trabajar con los mejores del mundo. En Ray of Light, William Orbit le produce y continúa trabajando con él en Music, donde se asocia también con el francés Mirwais Ahmadzai, con quien después hace American Life y Confessions on a Dance Floor. Estos dos músicos habíán estado haciendo vanguardia en música electrónica en los últimos años. Sus alianzas artísticas en todos los ámbitos son seguramente parte de la clave de su exito.
Madonna es una perfeccionista recalcitrante. Cuando nos revela el detrás de cámaras de sus conciertos, podemos ver cómo no descansa hasta que todo es perfecto y cómo consigue que todo su equipo se alinee con los objetivos y con su vision. Conforme ha pasado el tiempo se le ve más tranquila y concentrada, mucho menos inquieta. Y claro, como ella lo dice en American Life, hace yoga, pilates, karate, tiene un manager, un asistente, un abogado, etc. Lo interesante es cómo ha conseguido lidiar con la soledad de la fama, que aún en el Blonde Ambition parecía causarle merma en el ánimo. Ahora parece centrada, casada con Guy Ritchie, con dos hijos y con residencia en Inglaterra. Una mujer que ha echado raíces, que ha creado una familia y que simplemente es artista para el mundo. Se ha dedicado a explorar cuanta disciplina, ejercicio, técnica, modalidad y religión posible con tal de encontrar su centro.
Madonna es toda una artista. No es simplemente una cantante o una bailarina, sino una artista de modo integral, que le da narrativa a sus conciertos, que crea conceptos con sus álbumes, que marca tendencias, que innova musicalmente, que experimenta, que se coloca en una postura politica, que sacude conciencias, que busca cómo ayudar a hacer de éste un mejor mundo.
Y lo ha conseguido ya. La humanidad vale la pena por la belleza que creamos. Madonna ya ha superado la cuota de beldad.
Recomiendo ampliamente que vean el Confessions on a Dance Floor Tour. Ya está disponible en DVD. Es una experiencia alucinante.
1 comentario:
Coincido con lo dicho en este artículo respecto a la clave del éxito madonnesco. Sin embargo, gira anterior me pareció más el trabajo de alguien que había echadose una siesta en sus laureles: como Madonna es Madonna, habrá que verla aprendiendo a tocar la guitarra en escena, habrá que verla disque dando karatazos a la Tarantino, habrá que corearle las canciones que lleva cantando veinte años. Poca propuesta, poco riesgo.
Ante la decepción de mi heroína juvenil, Denise tuvo que convencerme de ver el concierto "Confesiones en una pista de baile" y le concedo la razón en todo lo expresado en el texto.
Madonna recuperó a una fan.
N.
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