La más reciente de Juanita y la Inchi

Nuevamente Juanita, hace su propia instalación artìstica con mis objetos. He aquí los objetos:


Y la conjunción magistral: Wawis conceptual


La de la Inchi fue mucho menos inspiradora. En algún momento el sábado pasado noté que tenía irritada la nariz. Luego, gracias a sus propias severas lamidas, se sacó pus y sangre. La costra le fue creciendo de una forma alarmante. Corrímos a urgencias el domingo para saber si había desarrollado alguna forma de lepra o si pronto saldría un alien de su nariz para terminar con la humanidad. El diagnóstico tendía a una lesión traumática, pero el peor de los escenarios, si no mejoraba, apuntaba a una enfermedad autoinmune como el lupus (sí, lupus de gatos, hazme el fabrón cavor)

Esta es una foto del día de hoy (¡fresca, llévela, llévela!). Ya no se ve tan terrible como hace tres días. Ayer le tocó visita al doc. Hizo muchos panchos en el camino pero demostró su valentía y resistió todos los embates. Su nariz mejora. Ahora sólo le queda una cicatriz roja que ya no supura ni sangra. En todo momento ha estado comiendo bien, señal de que su salud es buena.

Aquí la vemos lampareada por el flash, pero se ve una raya roja intensa en la nariz.



Y aquí ya la vemos con menos luz, pero se nota mejor su herida. El antibiótico se lo toma sin problemas. Como es una tragona, no discrimina croqueta de pastilla. Su molestia es más bien con la pomada, pero ni modo, como dicen las madres: es por su bien.

Ya nomás por presumir, una foto de Inchi y Babas acurrucados.



¡Aaaaaay, mis criaturas!