viernes, 21 de julio de 2006

Pus akelachingada

Y es que no hay otra expresión posible. Akelachingada. Que si peje, que si calderón, que si el pinche fraude, que si no, que si sabritas, que si el voto-por-voto-casilla-por-casilla.

Me parece digno de estudio el caso de las elecciones de este año. En múltiples niveles, desde los mensajes de las campañas hasta el conteo de los votos. Desde la fanatización hasta la indiferencia. Desde Baja California hasta Chicago y Yucatán. Desde el corazón hasta los pies.

PEJE ROCKSTAR, PEJE SALVADOR
Tengo la muy distorsionada visión de mi pueblo como uno idólatra. Que me perdonen todos los Guadalupanos S.A. de C.V., pero percibo a nuestra gente siempre dispuesta a deificar a cualquier mortal. La Quetzalcoatlización de los políticos. La maldita cultura del Tlatoani, oh, gran gobernante indiscutible. ¿De dónde putamadre sacamos la idea de que alguno de ellos puede convertirse en nuestro mesías? ¿Cuándo chingados empezaremos a tomar las riendas del país?

Yo sé cuándo. Cuando dejemos de pensar que México no tiene remedio y que la corrupción no se va a terminar. Cuando dejemos de olvidar nuestro pasado para no permitirle a los bandidos del pasado, convertirse en los ofendidos del presente. Cuando entendamos que nadie va a hacer la chamba por nosotros y dejemos de ser jodidos resentidos, para ser luchadores trascendidos.

Sí, sí, a huevo, personas, lo digo con mucho coraje, porque tengo la pinche mala costumbre de escuchar a la gente con la que me relaciono y seguido escucho las posturas anteriores. Me cuesta tanto no escupirle el ojo a los que me dicen que la corrupción es necesaria. No lo es y es sumamente costosa.

Yo no tengo el gobierno que merezco. No sé ustedes. Yo no me merezco a un señor que dice que confía en la ley y las instituciones siempre y cuando hagan lo que él quiera. No me merezco un presidente que diga estupideces todos los días públicamente. No merezco un país donde no hay leyes, donde se vale todo "¡Al fin que estamos en México!". No, no merezco la violencia, la inseguridad, los bajos sueldos, el desempleo, la pata en el cuello de nuestro país vecino, los complejos de mis compatriotas, la mierda corrupta de nuestros funcionarios.

Y claro, viene un carnalito que tiene un discurso libertador y se lo compramos. Y debo reconocerlo, en términos estratégicos me parece que es brillante. El problema es que ya le colgamos milagros. El Peje Guevara. El Pejecristo. El Peje es amor.

Así que le creemos. Lo votamos. Lo defendemos. Lo seguimos. Lo idolatramos. Le oramos. Le amamos. Oh, gran Peje de la justicia tabasqueña, señor de los alturas de los segundos pisos, dador de pensiones y útiles escolares, ampáranos. Y no me lo crean, nomás que yo vi publicada una foto en Milenio de la manifestación de este pasado domingo donde aparece muy sonriente Amlo y, lo juro, lo juro por su dios de todos ustedes, que decía "Ruega por nosotros"

Demasiado para mí. Vomité el periódico y ya no pude leer la columna de López Dóriga. Qué bueno que ya no leí la de Federico Arreola, porque me caen muy mal sus berrinches y ya había devuelto todo el contenido posible de mis entrañas, jiji.

¿CUÁNDO VAS A DESPERTAR, MÉXICO?

Debo mencionar que me sorprende el fervor con el que algunos intelectuales están defendiendo la postura. Sin afan de elitismo, me parece que hay gente que cede su poder para dejarse liderar. Me parece que buena parte de los lopezobradoristas verdaderamente tienen fe en que el líder puede conducirlos y sacarlos de la miseria. Me parece además que el reclamo es completamente legítimo. Pero no es el perfil que percibo de alguien como Jesusa Rodríguez, por ejemplo.

Le doy un giro a la pregunta en mi cabeza. Sin considerarme tampoco parte de la elite intelectual del país, pienso que yo sería un gran votante para la izquierda. Bueno, si hubiera una verdadera izquierda, claro.

Brenda dice en sus correos que no hay ex-príistas y que Alternativa es la verdadera izquierda. Quiero creerle. Si resulta así es muy probable que encuentren en mí un votante comprometido. ¿Por qué el PRD no me ha convencido? Pues porque tengo memoria. Me acuerdo de dónde vienen, me acuerdo de los líos que provocan en nombre de la democracia (total, también se mata en nombre de Dios, ¿no?). No me gusta nada saber y ya lo han comentado muchos, que los orquestadores del fraude en 88, que le robó la presidencia al fundador del PRD, sean hoy los que levantan su dedo acusador contra el IFE. No me deja buen sabor de boca pensar que López Obrador tenga aliados como estos. Yo sí creo que no todos los apoyos son buenos. Hay algunos que sí hay que rechazar. No me gustan los amiguitos de Amlo.

¿Y qué? ¿Ya por eso soy panista? Claro que no. A mí el pan sólo me gusta de dulce. Y Calderón como dice Aarón, es muy Zedilloide. Y parafraseando nuevamente a Brenda, siguiendo este orden de ideas, será presidente (¿o no?) por chiripa, igual que Zedillo.

¿Necesitamos líderes? Mi tía Silvia decía en una conversación el sábado que sí. Concediendo ante la idea, sería por lo menos deseable, que los que pretenden serlo, tuvieran mucho más que discursos mesiánicos o las manos limpias.

Estoy bastante hastíada del tema, sobre todo, porque estoy muy harta de saber que nos jalamos las trenzas para defender a los candidatos, pero nos quedamos impávidos ante los crímenes que se cometen en nuestras carotas. Si así como nos peleamos por esto, defendiéramos nuestros derechos y las leyes, este sería otro país.

¡Ay, México, cómo me dueles!

2 comentarios:

Titotitocapotito dijo...

Nunca defendí en mi post a alguno de los candidatos. Para mi vivir el triunfo de Calderón no puede ser sino una desgracia. Me habría gustado que ganara Andrés Manuel, pero francamente, al pasar los días pienso que hice bien al no votar por él. Ahora me sentiría profundamente decepcionada por su demencia. Lo único que dije en mi blog es que la violencia verborreica -si de los fanaticos de andres manuel- es espeluznante. A uno de esos dos personajes que insultaban por sus artículos, ya le llegaron balazos a su casa. Esto es totalmente verídico y preocupante. No se trata de colgarles el milagrito de la violencia o del miedo, se trata de aceptar que al menos una parte de esos simpatizantes no están dispuestos a escuchar. Me pregunto qué harán Camacho y Andrés Manuel cuando tengan que decirle a la gente que sigan saliendo a la calle pacíficamente y eventualmente aceptar un resultado desfavorable, cuando les grite su propia gente traidores, cuando a la gente ya no la detenga nadie. Porque esto rebasa a cualquier candidato. Porque esto ya se trata de México. Así es que no. De ninguna manera defiendo a Calderón, pero también Andrés Manuel se ha vuelto indefendible. Besos para ti también.

Anónimo dijo...

Una mañana, aun sin despertar, compartí el sueño lopezobradorista. Yo era el presidente. Lopez Obrador no. ¿Porque? Porque yo gané. ¿Porqué gane? La respuesta es ¿porqué no?
Acto seguido desperté.
Y algunas veces, puedo aun compartir el sueño lopezobradorista: cuando me valen madres los demas, cuando lopez obrador, felipe y doctor simi no son presidentes, porque yo gane, y si no lo admiten, son unos corruptos, incluyendote a ti y a todos tus lectores.
Afortunadamente es demasiado rara la vez que comparto su sueño. Afortunadamente alguien con tal intolerancia como yo (casi como la de AMLO) no desea ser presidente.
Besitos.