martes, 6 de marzo de 2007

A mí sí me gusta hablar pendejadas

El día siguiente al final de La Fea Más Bella, llama un doctor al programa de Carmen Aristegui con una voz terrible de alarma, diciendo que cómo es posible que este programa haya tenido tanto rating y que mejor los medios deberían dedicarse a transmitir programas educativos. Enojado, el señor.

Y yo me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué los medios tendrían que trasnmitir sólo contenido educativo? ¿Por qué deberíamos privarnos de hablar estupideces? ¿Por qué la vida cotidiana es una cosa poco seria para platicar?

Para mí, mi vida cotidiana, es lo más serio del mundo, de mi mundo. Es básicamente lo que tengo. Lo que vivo, lo que percibo, lo que siento y pienso, eso es.

¿Sería deseable que todo el tiempo todos habláramos de temas filosóficos? ¿Sería deseable que no se emitiera sonido a menos que el contenido fuera sumamente interesante? ¿Qué sería interesante? ¿Quién nos daría los parámetros?

Los medios masivos, por retomar el ejemplo del principio, no están obligados a ser educativos. También tienen la función del entretenimiento y eso no es condenable. Para educar están ciertos canales, programas, estaciones, horarios. Y, concediendo: pasemos sólo documentales de la BBC, para que los vea, ¿quién? Si a duras penas, los mexicanos consiguen leer. Y dirán, pues menos lo lograremos si los medios no se preocupan, pero ¿es labor de los medios? ¿es su responsabilidad? Si como público no exigimos más, ¿por qué habrían de darnos otra cosa?

Las asociaciones que se quejan de los contenidos, le dejan mucha responsabilidad a los medios masivos. Luego son esos Honorables Padres de Familia los que dejan a sus chamacos ver la tele todo el día para que no den lata y para suplir su ausencia. Ni modo, gajes del oficio, es parte del costo de la vida moderna. Pero si tampoco desde casa transmitimos valores, ni educamos para la recepción, no esperemos que todo lo haga el Señor Azcárraga ni el Señor Salinas (Pliego).



Y además, yo sí vi La Fea Más Bella y la neta sí me diverti. Y me gusta hablar de tonterías, ya lo habrán notado. ¿Y qué, no se vale? ¿No se debe? ¿Debería dedicarme a disertar sobre asuntos abstractos? ¿Debería cerrar este blog?

10 comentarios:

Jorge Hill dijo...

Hablar de pendejadas está bien, y todos necesitamos divertirnos y entreternos y eso está cool, también me parece que el señor sí habrá exagerado un poco. Pero sí creo, definitivamente, que no existe un equilibrio en los medios ni en la cultura en general entre lo entretenido y lo apreciativo-contemplativo-reflexivo (you-name-it), la proporción de estupideces es aplastantemente mayor que su contraparte, tanto que luego ya ni se distingue una de otra, o hasta lo más contemplativo está manchado de lo estúpido-entretenido, ahí sí.

Yo por eso intento mantener un sano equilibrio y por cada 4 o 5 buenas pelis, eventos o lo que sea, me echo otro de puro entretenimiento dominguero.

RЄĐ dijo...

Mucho intelectualoide se opone a la imbecilidad de la tele de este tipo, que, la verdad, no nos hagamos tontos, a todos nos gusta, y quien diga que no, seguro Topacio o Cristina fue su guilty pleasure, no se hagan. Ja.
La verdad esta chido lo que sale de este entretenimiento barato y pendejo, nos hace pensar y está padre, pero el entretenimiento barato tambien nos habla de una cotidianidad muy cagada. La tele real, versión pantallesca del merolico moderno y de sketches y tarugadas de circo es más estimulante e inverosimil que los mismos simpsons que de seguro aqui muchos prefieren a la fea mas fella. Pero y que? El problema es que hay banda que se la cree (estamos seguros de esto? me pregunto...) Pero que mas da. Si se la creen, está padre toparse uno que otro ser con la bonita y padre vibra y mentalidad como de mercadito. Para mi ver tele de esa televisesca es tan kitsch como una figurita de Yadró. Pero que importa! De repente me gusta decir "ahí se ven, neuronas! voy un rato al cocowash de los ochentas y luego regreso, se les ofrece algo de almacenes 'El Sardinero'?"
Guadalupadrisimo! Intentenlo! Esperen el proximo Cantando o Bailando por un sueño. Reirán toda la quincena!

Anónimo dijo...

Tambien yo vi el final de la fea, jaja, es mas alabe el final, por que se manejo en un formato de mas de dos horas, no dire tres porque los comerciales se llevan una gran parte. Creo que fue un gran ejercicio el formato en que se manejo, porque estan acostumbrados a hacer episodios de cierto tiempo limitado, para que al final lograran mantener la atencion del publico por un par de horas. Fui duramente criticado porque pasaba de las peliculas de lynch, al final de la fea mas bella. Y lo digo sinceramente, no veo la diferencia, jaja.

Unknown dijo...

¿Qué? ¿a poco se puede hablar de otra cosa que no sean pendejadas? La vida esta llena de ellas, por eso es sabrosa.
Verme todas las mañanas en el espejo, me provoca pensar estupidez y media, no es para filosofar sobre la escencia de la lagaña.
Además, para aprender están los libros, la web, las bibliotecas, las escuelas. Puedo darme el lujo de ver la Fea más bella, porque el entretenimiento se lo dejo a la tele.
Si imagino a quien no usa nada más que la tele para documentarse, mmm, si podría llorar.
De cualquier forma, lo mío, lo mío, también son las pendejadas.

Milo dijo...

Jajajaja, es cierto, el final de la fea fue absurdo y misterioso. Mi parte favorita sin duda alguna fue la del aviso incongruente del piloto, del ataque histérico de Camil y cómo regresan el avión al aeropuerto a mitad de vuelo. Una verdadera joya.

Y así entre surrealismo y fantasía pasaron las horas del domingo para los mexicanos que prefirieron ver ese capítulo que los óscares. Y no sé por qué, puesto que los premios también son absurdos y misteriosos, como Lynch.

Swirlies dijo...

El punto No es que la televisión se convierta en el Oráculo de la Filosofia. el problema es que el fin de la comunicación, el verdadero fín, sea deshechado muchas veces por pendejadas que cada vez se vuelven más vacías.

A mí no me hizo reír La fea Mas Bella, pero Betty la Fea fue la mejor telenovela a mi gusto. Lo que necesita la televisión mexicana es más originalidad, más pendejadas con contexto. Mientras tengan la aberración de decirle "sitcom" a "amor mio" y de copiar estupidos guiones argentinos de niños popis que curisamente son como Clase 406 pero con varo, la tele será pendeja a la milésima potencia.

ash, si, soy disidente y qué?

Jorge Hill dijo...

yay, acabo de estrenar tu contador, casualidad causística que me llevó a ser el #000001

Guadalupadrísimo! como dice el aarón, XD , gran adjetivo que formará parte de mi vocabulario cotidiano de ahora en adelante, es una palabra bien guadalupadre

Unknown dijo...

Lo deseable seria que no se hablara y trasmitiera 100% de basura en la televisión, nadie pide que reemplacen todo con cultura, solo que exista alguna. Pero no te apures, la cultura no vende, podrás seguir viendo telenovelas y programas de chismes hasta el hartazgo en la tele.

Anónimo dijo...

De verdad que al autor le gustan las "pendejadas", no es posible que alguien en verdad disfrute de cosas como bety la fea, principalmente por lo falaz y estupida trama, ¡QUE PENA!

Sólo Héctor dijo...

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En lo personal, a mi se me haría muy raro ver un documental en el canal 5 o en el carnal de las estrellas, pero para eso existe el canal once (aunque ahí también pasan pendejadas)...

Pero después de un día de trabajo pesado, no hay nada como desconectar el cerebro y ver alguna obra de arte del cine gringo sobre comedia ligera (nótese la ironía al llamarlo arte): zoolander, austin powers o cualquiera de ese tipo son excelentes y necesarias para un poco de relajación...

Si eres muy purista (como los haters que ya comentaron antes) y no te gusta lo que pasan en la televisión abierta, pues contrata televisión por cable: tendrás toda una gama de canales culturales y un chingo de estupideces de otros países para criticar.

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