viernes, 31 de octubre de 2008

Crónica publicada

Les comparto mi alegría. Este mes (que está terminando en estos minutos) me publicaron en la revista Dónde ir una crónica. Aquí la tienen.

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Ya no separo basura

Que de un día para otro nos dicen que hay que separar la basura. Se acordarán que de pronto ya nos dio por ser muy modernos y hacer las cosas de ese modo en la Ciudad de la Esperanza. Y ahí tienes que algunos mensos responsables como yo, nos dimos a la épica tarea de separar nuestros desechos:

Mi anterior estúpido intento de hacer algo por el mundo fue en tiempos adolescentes en que me dediqué a juntar arillos destapadores de latas. Decían que si juntabas mil, le regalaban una silla de ruedas a alguien que la necesitara. Claro que nunca junté mil y nadie recibió nada, que yo sepa.

Pero ahí estaba yo, por primera vez, frente a mi basura cantando en mi cabeza We are the World. Era sumamente confuso al principio. Era obvio que plástico, papel y metal iban en el de inorgánicos y los restos de comida en orgánicos. Pero a ver, ¿dónde echar el chicle? ¿En cuál se tira una bolsa de piel? ¿y qué debe uno hacer con los condones, echar el contenido al de orgánicos y la envoltura al de inorgánicos? Estos eran mis dilemas diarios. Dónde tirar los cabellos de mi cepillo, las uñas de mis gatos y su arena. Como no podía decidirme, fui haciendo más bolsas: la de los gatos, la de los desechos orgánicos de personas, las de aluminio, las de papel y cartón, las de restos de comida putrefacta y no putrefacta.

Venía el señor de la basura muy sonriente por todas mis bolsas, me recibía todo más su propina y se iba contento por la vida. Yo me tomaba mi tiempo para explicarle cómo las había separado para que luego pudiera hacerle esa aclaración al depósito donde lo entregara. Luego pensé que sería más práctico si etiquetaba las bolsas, para que todo aquel que se cruzara con mis desechos supiera a qué correspondían. Con un plumón indeleble fui marcando todas mis categorías en sacos blancos. Soy una buena ciudadana y una buena chilanga, pensé. Ya que no puedo rescatar animales, ni donar a Greenpeace, ni adoptar un vietnamita, ésta era mi forma de hacer del mundo un lugar mejor.

Orgullosa de mi hazaña, tres meses después, le pregunté al señor basurero sobre el programa de separación de basura. Uy, me dijo, no, nicierto eso de la separación, señorita, ¿quién le dijo? ¡Pues eso dice el Gobierno del Defe! No, uy, no señorita, mire, todo lo echamos parejo al camión y luego de ahí lo vacían todo en el basurero y ahí los pepenadores se encargan, me dijo sonriendo, como siempre. ¿Y por qué no me dijo cuando separé tanta basura?, le reclamé. Ay, no señorita, qué pena, cómo la iba yo a desilusionar.

Ahora tengo un bote grande de basura en el que arrojo todo indiscriminadamente. El señor de la basura se lleva un enorme costal y su propina con la misma alegría de antes.

5 comentarios:

La Nena Mounstro dijo...

aaaaahh!!! el mismo coraje hize yo hace poco!! Asi como tu, yo como tampoco dono a la casa del anciano , ni doy 10 pesos para 1 kilo de ayuda ni dono mis centavos redondeados en el Oxxo , pense en mi contribuciòn a este cochino mundo y tambien como tu, separaba mi basura.
La chavita que me viene ayudar era la que la tiraba ,yo nunca veia q historia de terror pasaba cuando el tolon tolon de la campana de la basura representaba. Un dia que no vino, fui yo, y cual fue mi sorpresa al ver que todo mi esfuerzo se iba ahi junto a las cascaras de huevo y colillas de cigarro al ver que ni siqiuera se molestaban en abrir las bolsas, las echaban todas juntas!! y cuando el carro tecnologico le aprietan un boton y sube y baja su cuchilla , arrasa con todo lo q este ahi , desgarrando mis bolsas y viendo como se mezlcaba mi inmundicia junto con la de mis vecinos , a mi se me desgarro el alma del coraje.

Asi que yo tambien echo todo en una sola bolsa y que trabajen ellos

Fernando dijo...

Mi obsesión se ha reducido a 3, una donde pongo cualquier desecho organico y otra de cosas que no pueden oler mal, condones ahi, uñoas ahi junto alos papeles del baño. Lo que si la arena del gato va en su propia bolsa, por aquelllo de las enfermedades.

Sólo Héctor dijo...

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¿Qué será de mi, rodeado de blogueras famosas?

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Anónimo dijo...

ehhh!!!!!! te debo más copias de la revista!

Milo dijo...

Ah, buen dato el del látex, como quiera, siempre es bueno saberlo.

Y claro, la arena de gatos siempre va a aparte, pero el señor de la basura la mezcla cuando se la lleva, ya me lo caché.

Ash.