viernes, 15 de junio de 2007

Me gustan los secretos

Me gustan los secretos mientras lo son. Si se publican, en cambio, dejan de serlo y para mí pierden su atractivo.

La verdad, no me gusta revelar mis intimidades. No es un asunto de pudor, ni de miedo. Más bien creo en virtudes públicas y vicios privados. Creo también que los secretos se comparten en susurros al oído de una persona de confianza.

Me gustan los chismógrafos, sin embargo. Decir que prefiero el agua de jamaica en lugar de la horchata, que no tengo equipo de futbol (me caga el futbol), que sí tengo novio, que no me gusta ningún niño del salón, que mi comida favorita es, mmm, digamos que el mole (y toda la que hace mi abue). En fin, esas cosas inofensivas pero curiosas que uno (o una) puede revelar sin mayores consecuencias.

Y confieso que también me gusta enterarme de los secretos ajenos. Morbosamente, leo lo que otros confiesan, saboreo lo que me cuentan, me deleito con lo que escucho ocasionalmente. (Con ello, ya confieso un secreto propio).

Con todo, sé guardar secretos mientras deben serlo. Y me gusta, porque son pequeños tesoros, que quizá se hallen bajo una X de mapa amarillento o que quizá nunca salgan de las entrañas de la tierra.

Por todo esto, no puedo aceptar un juego. A quien le gusten las revelaciones, le recomiendo visitar Desde el olimpo.

Yo...me guardo 8 secretos para alguna charla de café.

6 comentarios:

Ricky Ran dijo...

Seguramente alguno de tus lectores asiduos se sintio traicionado y embaucado debido a que no hiciste caso del juego (por las razones validas que ya expusiste).

Es curioso como esos chismografos, que nos hacían conocernos un poco más a nosotros mismos se convirtieron en armas tan poderosas en manos de pequeños infantes del colegio.

Es curioso como en ocasiones pequeños secretos, de esos no tan importantes nos hacen protagonistas. Pero tambien estan esos secretos que preferimos no haber escuchado. ¿Como ves?.

Milo dijo...

Si tuviera esos lectores asiduos de los que hablas, me sentiría muy honrada incluso de haberlos decepcionado. La verdad es que tampoco creo que a la pipol le importe demasiado y espero que mi querida amiga Artemisa no se sienta traicionada.

Y sí, creo como dices que hay secretos que uno (y una) preferiría no haber escuchado, pero al final, yo siempre prefiero conocerlos. Por más sórdidos o absurdos. Más bien como vicio literario, como para darle más sabor al personaje.

¡Saludos Ricky! Espero verte de vuelta pronto

Jorge Hill dijo...

bueno, en cuanto a los chismografos, por algo no le entré, yo creo que en una de esas se me espanta más la gente de lo que está! U_U

Mijita la falasetsi, pues es que su hombre el respairal anda pero bueno, no desaparecido, lo que sigueeee weeeeey!, pero haga usté la invitación clara y celularosa con fecha y horario y cuándo hemos fallado?

del dios aquel es una cosa bien chistosa, porque se desprenden hartas realidades como esas que a usté le gustan, las fractalosas, uno vive en un trozo fractalos en el que es absurdo hablar de dios, de acuerdo, pero cuando voltea alrededor, se encuentra con tanta gentucita que sigue pensando en que adán y eva son antecesores y que un pelao metió a todas las especies del mundo en un barquito y luego las puso en orden, marsupiales en australia, cierto tipo de felinos en tales lados etc... en fin, que la pendejez está cabrona, y eso es una realidad, y pos si mi bló ayuda en alguna manera a quitarle un cierto grado de esa pendejez a la gente que está en otro fractal, pues creo que está chido.

en fin, basta de marsupiales, pa cuando la peda?!

anteopolis dijo...

Ok
pero, ¿y si cambiamos la palabra 'secretos' por 'indiscreciones'?

Milo dijo...

Al Yoryis sólo le digo que tiene toda la razén con argumentos antireligiosos o en pro de una reuniòn amistosa. Jiji.

A Anteopolis: precisamente cuando los secretos dejan de serlo se convierten en indiscreciones. Por eso está bonito o lo uno o lo otro.

En mi caso, te diría que no me gustan las indiscreciones. Vaya, no sabe tan sabroso si a la persona se le chispotea como dijera Chespiro. Creo que lo suculento es enterarte sin que otros tengan intención.

Pero no sé, ¿qué piensas tú?

Anónimo dijo...

Son adorables las confesiones, ahi se deja ver lo enfermito que tiene cada quien... maravillosa recomendación falazexy, gracias!