lunes, 1 de septiembre de 2008

¿Tiene remedio México?


Venía la famosa marcha. Apenas un día antes supe que se llamaría "Iluminemos México", por un artículo de Reporte Índigo que completa la frase con "Apaguemos a Calderón". No me convencí de asistir a la marcha, aún cuando participé en la anterior. Era una sensación rara, que mezclaba una voluntad escasa por asistir, con un escepticismo creciente de su eficacia.

No soy indiferente ante nuestra realidad. Por el contrario, me duele en el alma porque también he sido víctima del hampa. Sé bien por ello que la vida no vuelve a ser igual. Que los nervios te cambian para siempre, que la confianza no se recupera del todo, que la percepción de la humanidad toda se pudre. Luego pienso en miles de personas saliendo a la calle con todo su dolor, con las pérdidas, con la indignación y la zozobra y al final sin conseguir más que la atención de los medios. Honestamente, una marcha no va a cambiar al país. Y lo digo, con tristeza, porque lo que digo en el fondo es que este país está secuestrado por mucho más que el crimen organizado y el narco. Este es un dragón de muchas cabezas que tiene muchos motivos de gran profundidad. Es culpa de Calderón, pero también es culpa del Pri, del Prd, del resto de partidos, de nuestra historia, de nuestra escasa identidad nacional, de nuestra vecindad con Estados Unidos y de un millón de razones más.

Porque en este país, matan a mujeres impunemente en Juárez, porque secuestran a personas ricas pero también a las pobres, porque los policías son ladrones con licencias, porque los políticos son ladrones con escoltas, porque no hay muchas opciones para salir adelante, porque todos quieren sacar raja política de un asunto que es sumamente serio. Me parece deleznable que en estos momentos los partidos discutan si debían destituir a Calderón cuando la discusión debería centrarse en cómo sumar fuerzas para mejorar a esta nación y no en cómo ayudar a dividirla (no necesitamos ayuda, eso ya sucedió).

Precisamente en Reporte Índigo, oía una opinión muy cierta: a los políticos no les pasa nada. La realidad de la inseguridad no los toca. Mientras la ciudadanía está todo el tiempo en riesgo y ataque.

Yo me pregunto si la solución al crimen y el narco es el combate frontal. En esta lógica de exterminio, no le damos opciones a la gente. ¿Qué pasa con toda esa gente que se dedica a actividades ilícitas si le quitamos esa opción? ¿Podemos ofrecerles algo más? Hasta donde veo, no tenemos mucho que dar. No hay empleos suficientes, ni otras alternativas que sostengan a las personas. Las condiciones precarias de vida empujan a la gente a las alternativas más crueles.

El caso News Divine tiene un mensaje escondido. ¿Dónde están nuestros jóvenes? ¿Qué están haciendo? Sí, bebiendo. Pero no es así de boba la respuesta. Estaban ahí porque ahí es donde podían estar. Esta es la opción que tienen para encontrarse con sus amigos, para convivir, para conocer otros como ellos, para pasarla bien. ¿Qué otras opciones tienen? ¿Qué otras opciones les ofrece la sociedad? ¿Qué otras opciones les ofrece el gobierno? (No olvidemos, solo como ejemplo, los casos recientes de nuestros atletas en Beijing confesando su miseria y el poco apoyo de la CONADE). Y luego nos persignamos frente a la perdición pecaminosa de los jóvenes. Las autoridades criminalizan a la juventud, pero sobre todo la pobreza. Porque los chavos de las clases altas hacen exactamente lo mismo, pero a ellos nadie los toca. No vaya a ser que sea hijo de empresario, diputado o secretario. Y en el extremo caso de que lo arrestaran alguno de esos padres otorgará un oneroso soborno para poner en libertad a la irresponsable criatura. Y de ahí, nos podemos soltar con la retahíla de injusticias e impunidad de figura pública goberpreciosesca, norbertosa, mouriñesca, y así al infinito y más allá.

No solamente es la situación económica, porque al final, aún en la miseria una persona tiene la decisión sobre delinquir o no. El asunto es que vivimos una fuerte descomposición social, que creo (sin ser moralistas) empieza por la familia y termina en la sociedad toda y sus instituciones desacreditadas. Una sociedad que vive en el resentimiento generalizado, en la impotencia y la lucha encarnizada por sobrevivir. El acceso a los bienes de consumo se dificulta cada día. Los precios suben, los salarios no. Las exigencias laborales se acrecientan, los empleos escasean. ¿Qué pasa además con el mundo rural? Yo hablo desde una perspectiva sumamente urbana, porque ese es mi contexto. Pero por lo poco que he contactado, sé que a veces es preferible dejar podrir la fruta que cosecharla, por ejemplo. Porque pagar por la colecta y por los camiones, en comparación con lo que se paga por ello, hace el negocio no costeable. Sin embargo, la siembra de amapola o de mariguana asegura un ingreso decente.

Ahora bien, en los estados donde los cárteles tienen poder, el negocio del narcotráfico se vuelve una aspiración para las nuevas generaciones. Porque son los que consiguen lo que quieren, tienen poder y dinero. Todo lo otro no reditúa. Hace unas décadas, las personas podían garantizarse una vida buena con el trabajo arduo y constante en una vida. Hoy eso ya no funciona. Las lealtades con empresas o patrones, no sirve para nada, porque en cualquier momento te dan una patada por el trasero. El trabajo arduo no significa mayores ingresos con el tiempo. ¿Qué opciones quedan?

La clase media adelgazada, la clase alta enriquecida. No intento ser marxista, pero nomás con tres dedos de frente, podemos suponer que algunos pocos se hacen muy ricos a costa de muchos que se hacen más pobres. Es una gráfica inversamente proporcional. Así funciona la economía. Al final, la riqueza no se redistribuye en cascada después de acumularse en la cúpula como decían los neoliberales. El capital se sigue acumulando en algunas cuantas manos que no lo comparten. Así, la gente luchando por ideales de la publicidad que nunca se cumplen, pagando impuestos para sostener cárceles, economía informal, ejército, burócratas incompetentes, partidos corruptos, millonarios que evaden impuestos. Una pequeña franja de la sociedad tratando de mantener a flote a un país. Qué cansancio y qué coraje.

También está el asunto de los valores. Hace unos días escuchaba a un funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública diciendo que el gran problema de la sociedad mexicana es no tener valores y no tener sentido de comunidad nacional. Porque si no la sentimos como nuestra, entonces podemos transgredirla en lugar de mejorarla. Y digo, sí, hay un poco de esto, pero también me parece una forma de evadir la responsabilidad. Qué fácil echarle la bolita a la gente y no asumir la parte que le toca a la autoridad. Postura que también han adoptado frente a otros temas como la corrupción, como si sólo pudiera condenarse a una de las partes. Perdón, pero para bailar un tango se necesitan dos. Entonces, sí, los valores también juegan un papel importante...

Somos ese tipo de nación que necesita campañas sociales que promuevan valores como la honestidad. Los detractores de estas campañas dicen cosas tan mensas como "ay, qué tontería que nos digan que seamos honestos, es obvio y eso nos lo dice la familia". No, a ver, si fuera tan obvio no se harían esas campañas y no es obvio porque en realidad no vivimos bajo esos valores. Predicamos en público, pero pecamos en privado. Y el que nunca haya dado una mordida, que tire la primera piedra. El que nunca se ha chingado un cambio, que jamás ha comprado un disco pirata, que nunca copió en un examen, que no aceptó un soborno por algún favor grande o pequeño. Vaya, porque esta sociedad nos dice que está mal pero vivimos haciéndolo con los ojitos cerrados, porque es mejor que no sepa la mano derecha lo que hace la izquierda. Somos ese tipo de sociedad donde la corrupción no está oculta en las grandes cúpulas, sino en la convivencia cotidiana. Así que, momento, sí necesitamos campañas de promoción de valores. (Tipo ¿Tienes el valor o te vale?)

Pero no sirve la promoción de valores si no hacemos viable su ejercicio. Si para conseguir una licencia que sólo nos puede otorgar el gobierno, no hay otro modo que pagar una "mordida", entonces no hay modo de hacer conciencia moral. Es una moral de perogrullo Si le decimos a la gente que el crimen está mal, pero no le damos opciones para mejorar su situación, no podemos empezar a solucionar el asunto.

Donde a mí ya se me escapa toda lógica es frente al sadismo de los criminales. Una cosa es robar y otra torturar. Una cosa es hurtar para comer y otra es hacerlo por hobbie. Hay una saña inaudita en los crímenes. Torturas físicas horripilantes, asesinatos sin motivo. Puedo al menos, entender que el resentimiento social lleve al delito, más allá de la supervivencia simple. Pero no puedo entender que estas personas gocen con el sufrimiento y el asesinato. Este perfil es el del psicópata. ¿Se contagia o porque tenemos tantos de esos? ¿Qué puede generar este perfil?

Luego todavía nuestros políticos se atreven a hacer comparaciones con Finlandia y Suecia. Pero es que no hay ni punto de comparación. Y vamos al otro asunto, la educación. Acabamos de evaluar a los estudiantes y a los profesores y resulta que salen bastante reprobados. Y ahí empieza el asunto del que venimos, cuando los propios maestros motivan a sus alumnos a copiar en la prueba para quedar bien. Cuando los profesores obtienen las plazas por un pago o por herencia, como si fuera título nobiliario. Cuando esos profesores no saben ni la mitad de las cosas que pretenden enseñar. Cuando el SNTE es una mafia que paraliza y empobrece la educación mexicana. Chupando presupuesto como se dice vulgarmente. Continuamente sabemos de recursos millonarios destinados a la educación, al sindicato, a los profesores. ¿Dónde está todo ese dinero? ¿Qué le estamos enseñando a los niños? Y pensando en el mejor de los casos, en los que van a la escuela. ¿Qué pasa con todos los demás que están condenados a otro destino mucho peor que jamás les permitirá acceder a una educación formal? ¿Y para qué educamos personas hasta con un título universitario si al salir no tendrán oportunidades de ejercer? (No se pierdan el comentario de Grillavisión)


La complejidad del tema me abruma. Me parece que tiene que ver con un asunto incluso sistémico. El capitalismo liberal nos ha mostrado el cobre. Hoy no vemos los grandes beneficios que prometía sino las grandes brechas sociales que genera. Supongo que habrá parte del asunto que tiene que ver con marco jurídico también, tema que por lo pronto yo no conozco. El sabor general que me deja este análisis es amargo. Veo tantas aristas que me parece irresoluble.

Me regreso entonces al principio de esta entrada. Creo que la "lucha frontal" contra el crimen y la marcha, no consiguen nada, porque no tocan ni mínimamente todos los hilos que se entretejen en el asunto. Me parecen paliativos superficiales. Sé que de corazón todas las personas que marcharon tienen la esperanza de que pase algo. Precisamente, porque lo único que nos queda es eso, marchar con rabia. No tenemos otros mecanismos para empujar el cambio. Yo me pregunto cómo podremos construir trincheras eficaces para mejorar a este país. ¿Desde donde puede empujar la sociedad civil los cambios? ¿Qué mecanismos de presión podemos utilizar? ¿Será el dinero de los millonarios que han sufrido secuestros, como Martí? ¿Será la presión de las empresas hacia el gobierno? ¿O será que simplemente estamos condenados a vivir en este México, que quizá no tenga remedio?


Una vez más, México me duele.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y lo peor del caso es que creo que nos seguirá doliendo... la situación va de mal en peor... y tampoco fui en la marcha, me iba a deprimir con tanto dolor y saber que las autoridades no van a hacer nada de nada...

Lau dijo...

DE ACUERDO...TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO EN TODO...Deberias de mandar este analisis a La JOrnada, El Universal, Proceso, Reporte Indigo, que se yo...necesitamos mas gente con tu cerebro y tu pluma, para que los otros reaccionen y no solo piensen que la inseguridad de combate con mas polis de quinta, si no con EDUCACION que es la base de toooooooooodo y el origen de todos los males mexicanos...a mi Mexico mas que dolerme, me enoja y MUCHO...me encabrona, pues...

Sabina dijo...

yo creo k no solo mexico es el k esta mal, sino muchas partes del mundo la humanidad en si ya que esta olvidadndo el criterio, el sentido común, el analisar y solo hacen las cosas por hacer sin preguntarse porque; la gente prefiere cerrar los ojos y creer que mientras no los toque no es su problema.... a me enoja tanto

PD:esta super chido tu blog, loe ncontre por casualidad pero me latió un buen